Tras su aparición en las finales del G1, muchos fans han hablado sobre la posibilidad de que Katsuyori Shibata vuelva a pelear. ¿Pero debería hacerlo?
Tras la aparición especial de Katsuyori Shibata en las finales del G1 atacando a KENTA, vuelve la sombra sobre una vuelta de la leyenda al ring. Su retirada forzada por una hemorragia cerebral en 2012 parecía clara, pero los fans siguen luchando por volver a verle en el ring. ¿Es esto algo positivo? En mi opinión no, Shibata nunca debería volver a un combate y en este artículo explico los motivos.
¿Quien es Katsuyori Shibata?
Cualquier fan de NJPW o en general del wrestling japonés conoce el nombre de Katsuyori Shibata. A pesar de haber debutado en 1999, la actual generación de fans le conocen tras su regreso al mundo del wrestling en 2012. Durante los siguientes cinco años su estilo totalmente salvaje, su dureza y su alto nivel in-ring le transformaron en un favorito del público.
Aun así, NJPW no le dejó nunca como Main Eventer por su «traición». Shibata dejó en enero de 2005 el wrestling para dedicarse al mundo de las MMA (sin éxito) hasta volver a la compñaía nipona. Estaba previsto que fuese la cara de NJPW junto a Tanahashi y Nakamura (son de la misma generación) y su marcha modeló también el cariño que sintió posteriormente el público por él. Era el único de los grandes sin oportunidades.
La oportunidad se transforma en desgracia
En 2017, Shibata tuvo la oportunidad de su vida tras ganar la New Japan Cup de ese año. A pesar del enfado con la vuelta de Shibata de Tanahashi, parecía que al fin el luchador se iba a ganar el puesto que por nivel le merecía. En Sakura Genesis se enfrentaría a Kazuchika Okada por el título máximo de NJPW, un sueño para Katsuyori.
Nadie podía imaginar que sería el último combate de su vida (hasta el momento). El combate fue extraordinario, con Shibata perdiendo frente al RainMaker, algo habitual en el primer intento de ganar el título. Cinco estrellas de Meltzer, una sensación de que Shibata estaba en su mejor momento y que el futuro era brillante para el luchador. Desgraciadamente lo que pasó después nos demostró lo contrario.
Tras el combate, Shibata se desplomó, teniendo que ser trasladado a un hospital. El motivo fue un hematoma en el cerebro, teniendo que ser operado de ello. Aunque en un primer momento podría parecer como algo menor, Katsuyori quedó parcialmente paralizado, quedandose sin visión de forma temporal. Todo debido a los headbutts que el propio luchador realizó contra Okada, de los cuales evidentemente se llevó la peor parte.
Y aún así, hay que hablar de «suerte». Shibata podría haber sufrido el mismo destino que había tenido meses antes el boxeador Tim Hague. Una hemorragia cerebral es una de las formas más habituales de muerte dentro de los deportes de contacto. En este caso, Shibata finalmente logró sobrevivir aunque el proceso de recuperación no fue sencillo.
La sombra de su vuelta
Desde salir del hospital, Shibata siguió con la recuperación negandose a confirmar su retirada. NJPW le confirmó como el entrenador de su Dojo en Los Ángeles. Katsuyori hizó algunas apariciones en Japón, por ejemplo presentando a KENTA en NJPW pero nunca participó en un segmento que implicase lucha. Hasta este lunes, cuando atacó a KENTA tras unirse este al Bullet Club. El segmento terminó con Shibata recibiendo su propio finisher, la Penalty Kick.
Evidentemente los fans se han vuelto locos. Todo el mundo sueña con un KENTA vs Shibata, yo incluido, un combate entre los dos exponentes del estilo más stiff y salvaje del wrestling. No obstante, este dream match es demasiado arriesgado. Shibata está genial para pequeños segmentos y como trainer, devolverle al ring después de esa lesión es un riesgo inaceptable.
Más allá de que no tiene el consentimiento médico, esto no es nada similar al caso de Daniel Bryan. El campeón de WWE tiene que evitar las conmociones por los daños cerebrales pero Shibata estuvo al borde de la muerte. Su recuperación ha sido durisima y lleva casi tres años años sin recibir un solo bump (golpe) en la cabeza. Incluso la dropkick de Katsuyori y la posterior paliza evitó el castigo a la parte superior del cuerpo.
Evidentemente, durante los entrenamientos ejecutará movimientos y recibirá algo de castigo. Pero es evidente que no es lo mismo realizar moves separados que participar en un combate donde los errores ocurren y donde la cabeza va a sufrir, haga Shibata Headbutts o no. Arriesgar una vida por cualquier combate me resulta demasiado y pedirle a un luchador que lo haga habiendo estado ya en esa línea entre vida y muerte, me parece sencillamente estúpido.
Tres años sin pelear y un segmento muy protegido son motivos suficientes para decir que no, Shibata no va a volver para Wrestle Kingdom. Si alguien quiere argumentar que el luchador no debería retirarse con el tristemente famoso combate de Okada, es posible que tenga razón. Pero a día de hoy, con una lesión así, prefiero esa despedida y que enseñé a las nuevas generaciones antes de tener que sufrir por su salud para contentar a un sector de la afición.