Andrade detalla la pelea backstage, la intervención legal de AEW y cómo aprovechó su suspensión para operarse.
La historia del choque entre Andrade El Ídolo y Sammy Guevara en AEW quedó por fin aclarada… por el propio Andrade. En El Ring, el mexicano confirmó que lanzó el primer golpe tras semanas escuchando que Guevara hablaba a sus espaldas. Aunque la primera confrontación en un baño fue cordial, AEW activó un chat interno pidiendo “no escalar nada” tras la ola de problemas generada por el caso Punk–Elite. Andrade, sin embargo, reconoció que llegó a Dynamite todavía caliente, sobre todo después de que varios compatriotas lo azuzaran entre bromas. Al verlo backstage, fue directo: “boom — directo a la cabeza.” Solo Rush, José y un miembro de Private Party presenciaron el momento.
Antes del incidente, Mark Henry intentó detenerlo al preguntarle si todo era real o puro ruido, y le aconsejó dejarlo pasar. Andrade valoró el gesto, pero no lo siguió, y la seguridad intervino tras los primeros golpes. Él fue enviado a casa; Sammy, en cambio, trabajó el programa y ganó el evento estelar, lo que desató críticas de los fans.
El mexicano también reveló que aprovechó los tres meses de suspensión para operarse un desgarro en el pectoral que había ocultado para seguir luchando. Con esa admisión, la narrativa cambia: Andrade sostiene que actuó por hartazgo, mientras AEW reaccionó con rapidez para contener otro incendio interno. Si la empresa manejó bien el caso o si debió frenar también a Guevara es ya cuestión de perspectiva, pero la versión de Andrade deja claro que la tensión era real, la pelea también, y el desenlace pudo ser peor.
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