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2022 ha comenzado con un posible desenmascaramiento a Tony Khan. A finales de noviembre se conoció que Big Swole no renovaba su contrato con AEW y decidía apartarse por la enfermedad de Crohn que padece, según informaciones de Sean Ross Sapp. A su salida ha creado el podcast ‘Swole World’, donde entre otros temas ha hablado de la falta de diversidad en su excompañía y de algunos puntos que considera importantes a mejorar. El trato a la división femenina, la falta de tiempo en pantalla para toda la plantilla, el hecho de no tener creativos y que cada uno escriba sus promos o rivalidades, la falta de una estructura en los puestos de mando… Horas después de que se recogiese en Fightful, Tony Khan lanza un tuit en plena Nochevieja:
Y estalla, como cohete lanzado en Año Nuevo, la polémica con el dueño de All Elite Wrestling. La respuesta sigue sin tener una disculpa formal por parte del autor, que además de ser el protagonista de las críticas de Big Swole es el mayor directivo de una empresa que se ha colocado en dos años largos como la segunda mejor de Estados Unidos. Y no actúa como tal. Le falta el decoro y la elegancia que se espera de alguien en su nivel, que no tergiversa la realidad –señalando como razón de la marcha de la luchadora su desempeño en el ring– para esquivar una problemática real y debatible.
Tony Khan se arremanga con unas declaraciones válidas, que se supone que han sido comentadas en su despedida de AEW y que él las conoce. Críticas constructivas y alejadas de cualquier resquemor hacia su antiguo lugar de trabajo. Al final, no parece que necesitase interpretar cuando promocionaba su marca en Impact Wrestling. Nos ha vendido la moto con que era un fan del wrestling, que era un igual al resto; un salvador con dinero dispuesto a complacernos. La realidad, esa que tal vez estemos viendo a través del pequeño agujero creado por este tuit, es que es otro millonario más.
Como Vince McMahon, el general al otro lado de la trinchera, que a lo largo de los años ha recibido más calificativos despectivos que nadie. O tal vez sea más aproximado al personaje de Shane McMahon, un egocéntrico con una baja capacidad de autocrítica e incapaz de saber encajar los golpes. Sin duda, este ha sido un momento en el que a algunos se les ha caído la venda de los ojos –este que les escribe incluido–. Al menos para no caer en idealizaciones y falsos profetas.
Tony Khan puede ser un millonario villanesco o que no lo sea en absoluto, igual que el mandamás de WWE no es el demonio en persona. Las personas de a pie nos movemos en grises y en las altas esferas también. Lo que queda claro es que ha dejado que corra el agua y suma esta a su larga lista de razones para contratar un community manager.
Asimismo, a lo largo de la semana los aficionados han vuelto a demostrar con la noticia de la reestructuración de la zona creativa de NXT 2.0 y del Performance Center –otra vez incluido el autor– que sabe poco de esta industria. Siguen llevándose por los sentimientos, capaces de entender la destitución de un entrenador en cualquier otro deporte, solo ganando racionalidad cuando habla la pequeña parte de la fanaticada, esa que conoce los entresijos y la parte corporativa del negocio.
Desde hace unas semanas Ariya Daivari responde a preguntas sobre su carrera en WWE, 205 Live y AEW en su canal de YouTube. En el vídeo referente a Vince McMahon, no mencionó ninguna mala situación o problema con él. Es más, al igual que otros –Chelsea Green, por ejemplo– hizo hincapié en la facilidad a la hora de visitar su escritorio y de proponerle ideas. Lo mismo que se conoce de Tony Khan. Pronto, con la no renovación de muchos talentos, tendrá que enfrentarse a las críticas, y seguramente alguno acabe mostrando sus frustraciones, por lo que debe estar preparado y a la altura de lo que se espera del presidente de esta gran empresa.
Puede que no lo sea, pero esta polémica deja en el aire la duda de si será un lobo con piel de cordero. AEW todavía tiene que recorrer el camino que hizo WWE para tener una comparativa más pareja, y llegado el momento superar los escollos para realizar cambios, despedir a personal y complacer a sus inversores. Hasta entonces, su respuesta en Twitter a Big Swole deja una mancha en un personaje que, quitando la reclamación de cierto crédito en el desarrollo de NWA EmPowerrr, parecía mantener los pies en la tierra.
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