Ronda Rousey reveló que su última etapa en la empresa estuvo marcada por desorganización creativa y decisiones improvisadas durante los últimos meses de Vince McMahon al mando.
Durante su aparición en el pódcast Bertcast #700, Ronda Rousey confirmó que no regresará nunca más a WWE, señalando que su experiencia final fue caótica y frustrante. “Cuando volví, era como los estertores de la era Vince McMahon. Todos estaban paralizados esperando su aprobación, pero no la obtenían. Fue un desastre”, explicó la excampeona, quien describió un ambiente de indecisión constante y falta de dirección.
Rousey reveló que su combate de WrestleMania se armó apenas un día antes del evento, pese a haber tenido meses para planearlo. “Tuvimos todo un año y aún lo estábamos resolviendo la víspera. No culpo a Shayna, ella fue la razón por la que aguanté ese año. Pero sí, fue un completo caos”, dijo. Cansada de la inestabilidad, aseguró haber cerrado ese capítulo de su vida: “Probablemente no volveré. Estoy agradecida por la experiencia, pero no es mi circo ni mis monos.”
Debutante en el Royal Rumble 2018, Rousey se convirtió rápidamente en una de las principales figuras femeninas de WWE, conquistando los campeonatos de Raw y SmackDown y encabezando WrestleMania 35 junto a Becky Lynch y Charlotte Flair en un histórico evento principal. Sin embargo, tras su última etapa junto a Shayna Baszler, la “Rowdy” decidió poner punto final a su carrera en el wrestling, dejando claro que su paso por WWE ya pertenece al pasado.
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