El engaño que Seth Rollins preparó para sorprender en SummerSlam dejó un “mal sabor de boca” entre talentos y personal de la empresa.
El aparente problema de rodilla que Seth Rollins vendió antes de SummerSlam resultó ser parte de lo que él mismo bautizó como “la estafa del siglo”, ya que fingió la lesión para sorprender a CM Punk y canjear el Money in the Bank, convirtiéndose en Campeón Mundial Peso Pesado. Sin embargo, según Mike Johnson de PWInsider, el plan no cayó bien en todos los sectores de WWE.
Johnson afirmó que la compañía tiene libertad para “mentir a quien quiera”, pero este caso en particular dejó un ambiente incómodo: “Ha dejado un sabor muy poco saludable en la boca de muchas personas que trabajan detrás de cámaras, así como de talentos que son luchadores”. Incluso Becky Lynch expresó su incomodidad por tener que mentir sobre la supuesta lesión a familiares y amigos.
Aunque Rollins logró engañar a la comunidad luchística en pleno, el episodio generó tensiones internas. El campeón defendió su decisión como una estrategia creativa, pero queda claro que no todos en WWE comparten su entusiasmo por el método utilizado.
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