Jinder Mahal contó cómo una serie de coincidencias y una mala intervención médica prolongaron su recuperación, justo cuando estaba listo para volver al ring.
En una entrevista con Inside The Ropes, Jinder Mahal relató la historia detrás de la lesión que cambió su carrera. El luchador recordó que todo comenzó durante un live show en Denver, donde enfrentaba a Mustafa Ali. “Había pasado casi diez años sin lesionarme. Esa noche bromeé diciendo: ‘He intentado lastimarme y no puedo’. Golpeé una mesa de plástico como si fuera madera y, esa misma noche, me rompí el tendón rotuliano”, contó. Mahal admitió que lo tomó como una “lección de humildad del universo” por sentirse intocable.
Tras meses de rehabilitación, WWE lo autorizó para regresar, pero su rodilla comenzó a hincharse de nuevo. Durante un control, el médico le drenó el líquido y le pidió que se pusiera de pie. “En cuanto me levanté, la rodilla se bloqueó por completo. Resultó que tenía un trozo de cartílago suelto que, al desaparecer el líquido, se atoró en la articulación”, explicó. Un nuevo examen reveló otra lesión, obligándolo a pasar por un nuevo proceso de recuperación.
“Estuve fuera nueve o diez meses, regresé por dos semanas y volví a lesionarme. Eso me dejó fuera casi otro año”, lamentó. Mahal reconoció que la situación fue frustrante y que WWE manejó mal su tratamiento, pero aseguró que lo tomó como una experiencia para valorar su carrera. Su historia refleja cómo, incluso con años de experiencia y preparación, una pequeña complicación médica puede cambiarlo todo en cuestión de segundos.
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