El streamer español más exitoso de Twitch, Ibai Llanos, ha mostrado su deseo de comentar combates de WWE en su canal. Si consiguiese el OK de la empresa, ¿cómo repercutiría en la comunidad?
Ibai Llanos no necesita presentación, la juventud le conoce de sobra. Pasan alrededor de cuatro horas viéndole jugar, charlar con sus amigos o hacer una entrevista a alguna personalidad. Últimamente su reputación ha alcanzado cotas nunca imaginables al codearse con futbolistas como Neymar Jr., Kun Agüero o Thibault Courtois y tener en primicia a C Tangana o Marc Gasol en su espacio de Twitch. Ha sido una revolución total que mantiene a decenas de miles de espectadores en directo gracias a su personalidad y comunicación. Da igual el videojuego, la compañía, el horario o el día: su audiencia le ama y él sabe cómo mantenerles entretenidos.
Hace unos meses reveló que quería narrar combates de WWE en su canal. La pega de momento es la negociación con la empresa de Vince McMahon para adquirir el permiso de emisión –para no cometer una infracción en la política de la plataforma–. Se conoce que el tira y afloja «va bien», por lo que la posibilidad de tener a Ibai Llanos comentando algún encuentro está cada vez más cerca. No obstante, algunos no ven con buenos ojos que el wrestling se abra al mainstream a través de él y los posibles haters o fans casuales que pueda atraer con este movimiento. Con esta disparidad de opiniones, ¿qué puede significar para la comunidad hispanohablante?
En principio son todo ventajas. Quien quiera ver a Ibai Llanos tendrá que aguantar lo que le ofrezca, y a pesar de la similitud con la televisión la unión que hay con el ‘canal’ es más fuerte, al primar la persona sobre el formato, por lo que muchos pasarán por el aro (tampoco hay un bloque de anuncios que los anime a ‘cambiar de canal’).
Por otro lado, en su mejor momento el canal de Atresmedia Mega reunía a casi los mismos espectadores que el streamer en días señalados, cerca de 150.000, con la diferencia de que en su Twitch la edad media ronda la ideal de WWE a la hora de vender productos y es el público que necesita captar para la supervivencia de su negocio.
Quiere abrir la puerta al mainstream de un porrazo, sin que los futuros aficionados pasen por la televisión, ese medio que apenas ven (si es que siguen viéndolo) y quiere hacerlo con la franja de edad más proclive al cambio y a las nuevas experiencias. Niños y adolescentes que se divierten junto a su ídolo viendo a Rey Mysterio ejecutar su 619. Planazo para después de la escuela o la universidad.
A quien le encandile lo que ve en la pantalla de su móvil o del ordenador se interesará más por ello, mostrará su nueva afición en redes sociales y acabará uniéndose a la comunidad. Un miembro más de una pequeña sociedad disgregada, aunque no siempre es así. Cuando va a una funciona a la perfección cual banco de peces, apoyando o condenando una acción.
Una nueva persona que habrá que tratar como una igual, enseñar y guiar, pues algunos se olvidaron de que todos llegaron de la misma forma: con los conocimientos justos. Estos olvidadizos, los hardcore fans, son quienes obstaculizan la apertura de la puerta al mainstream antes incluso de que se posibilite. No quieren fans casuales, no quieren ‘nuevos ignorantes’, con el perjuicio que eso conlleva.
Planteado este tema con el resto del equipo de TurnHeelWrestling se mencionó la negativa de algunos entusiastas a que se emitiera WWE en Cuatro. Sorprende igual que debería asombrar con esta nueva apertura, pero en parte es comprensible que quien vive esto como algo propio y pequeño no quiera que se engrandezca. Algo parecido al Anillo Único de El Señor de los Anillos, «solo quiero compartir mi tesoro con los míos». No dista mucho la situación a la de la gente que pueda atraer Bad Bunny, como sucedió hace unas semanas. En definitiva, menos compararse los miembros y más disfrutar de ello.
Asimismo, el punto nostálgico de ese fan durante su infancia que era Ibai Llanos, buscando recuperar esa ilusión, puede ser un problema, rememorando las gestas épicas de hace una década y sin poner el foco en la actualidad. Un inconveniente menor si comparado con el tono que puede usar para narrar los combates. Vuelven a olvidar, y esta vez me refiero a la parte de la comunidad residente en España y que en su mayoría ronda los 25, que desde que falleció Héctor del Mar se han echado en falta sus frases y su estilo de narración cuando en vida se aborrecía cada minuto de esas gracietas que ‘ensuciaban’ la seriedad de este deporte entretenimiento.
Cuando probaron los comentarios en inglés o los de Carlos Cabrera y Marcelo Rodriguez entendieron que ambas maneras eran incompatibles cuando no es cierto. Seguro que también encontró detractores por salirse de la norma cuando narraba las partidas de League Of Legends junto a Ander Cortés. Hacerlo menos serio no propicia que el wrestling lo sea menos, esa no es la causa, sino de quien se resiste a disfrutar, bajo la suspensión de la incredulidad, de un producto no habitual. Vendrán muchos más a señalarlo con la misma cantinela, pero es algo en lo que ya está curtida la comunidad.
Que Ibai Llanos quiera abrir a través de Twitch la puerta al mainstream otra vez no es más que la prueba de un colectivo de personas que reclama contenido. Con sus pros y sus contras, debe comprenderse el negocio que se puede presentar –¿tal vez un streaming de Ander y él junto a Rolso o Falbak comentando WrestleMania en directo?–. Es una oportunidad única para enganchar a nuevos aficionados, de demostrar que hay interés dentro del mercado español. Algunos se quedarán en la casilla de WWE y otros aumentarán sus miras a otras empresas y diferentes estilos, serán casuales o hardcore, como el amalgama de diferentes aficionados que abarca la comunidad.
Si todo sale bien llegarán más live events en España, repercutirá en la escena independiente local y agrandando cada vez más este noble arte. Es el mejor riesgo que asumir. Es humano tener duda, pero el de Bilbao viene a exponerlo con buena fe y a su manera. Démosle la mano a Ibai sin mala vibra, ganaremos todos.
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