Si de algo ha servido la pandemia ha sido para agitar lo establecido en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Los atletas tuvieron un año más para prepararse de cara a sus pruebas y crecer deportivamente, donde una gran mayoría de jóvenes y primerizos competidores se beneficiaron de que la fecha se pospuso. Maduraron para convertirse en importantes profesionales a tener en cuenta en el reparto de medallas. Uno de ellos fue Gable Steveson, de solo 21 años.
Con un palmarés envidiable previo a su desempeño en el evento internacional, el actual campeón nacional de la NCAA en lucha libre (amateur wrestling/freestyle wrestling) se clasificó en 2019 para disputar las pruebas de selección del equipo olímpico estadounidense de cara a Tokyo 2020 y no pudo ganarse su puesto hasta abril de este año. Cumplió con creces endosando sendos 0-11 en cuartos y semifinales y 0-10 y 4-10 en una final al mejor de tres rondas contra el oro en los Juegos Panamericanos de 2019 Nick Gwiazdowski. Una total manifestación de superioridad.
Ya dentro de la competición olímpica, volvió a sobresalir gracias a su habilidad sobre la lona, lo que le permitió acceder a la final en 125 kilos sin haber concedido ningún punto. La nota más destacable en estas rondas previas fue el 0-8 logrado contra el oro olímpico en Rio 2016 Taha Akgul, de Turquía, en cuartos de final. Teniendo delante al actual campeón mundial Geno Petriashvili, no logró igualar el éxito de Dan Gable – oro en Múnich 1972 dejando a sus rivales con 0 puntos y leyenda de la lucha libre de quien hereda su nombre completo, Gable Dan Steveson– a pesar de marchar al final de la primera 0-4 tras una pasiva (1), un derribo (2) y una salida del círculo delimitante de la acción (1). El georgiano fue más ofensivo en la segunda parte del combate, poniendo en serios apuros al de la Universidad de Minnesota y colocándose por delante en el marcador por 8-5.
A falta de un minuto el ritmo no bajó, con Steveson buscando remontar un encuentro que ya tenía ganado. Con el reloj en los 13 segundos consiguió dos puntos, y en el suspiro final añadió otros dos para vestir la medalla de oro en el podio olímpico. Gol en el minuto 93. El resultado se cerró con 8-10 tras la reclamación del entrenador georgiano y la desestimación del jurado, concediendo otro punto al casillero del estadounidense.
Una demostración de mente fría y habilidad que posicionó como héroe nacional al joven Gable Steveson, logrando así una medalla con ocho puntos otorgados pero igualando la hazaña de Dan Gable como novato en las Olimpiadas que se alza en el medallero.
A partir de ahí, el teléfono no paró de sonar. Su carisma y su gusto por entretener a los demás se hizo notar en Twitter, donde ya comenzaba a lanzar indirectas hacia Vince McMahon y Dana White, quienes se pelearían –al menos así lo quería– por hacerse con uno de los atletas estadounidenses más jóvenes en obtener el máximo metal en unos Juegos Olímpicos. La decisión estaba tomada: quería optar por una nueva aventura, por lo que renunció a su lugar en el equipo para los mundiales de octubre de este año y esperó a que la puerta sonara.
La ‘pelea no pelea’ y el acuerdo NIL
La puja por el luchador de Indiana parecía clara. WWE se posicionaba como su principal destino por la cercanía y el buen trato meses antes de su paso por el país nipón. Su aparición en NXT TakeOver: Stand And Deliver tras haberse clasificado para el equipo de EE. UU. sentaba una base en la negociación que otros competidores no podían igualar. Tampoco es que las ofertas fueran mejores: el tercero en discordia, la NFL, no se pronunció y UFC no quiso pillarse los dedos. La oferta por dar el salto a las artes marciales mixtas resultó irrisoria para un coganador del Trofeo Dan Hodge –quien también fue luchador de wrestling; otorgado junto a Spencer Lee– por ser el mejor atleta en lucha libre colegial. Dana White prefería que antes de saltar a las grandes ligas cogiese experiencia en el territorio regional y, cuando estuviese listo, pelease por un contrato en la élite de la competición. Steveson sentó las bases para una pelea, pero ninguno tuvo el ánimo de remangarse.
En cambio, WWE le daba todo lo que deseaba mientras celebraba su éxito en los Juegos Olímpicos. Aparecía en SummerSlam junto a Tamyra Mensah-Stock, oro en lucha libre de 68 kilos, pudo volver a ver a Brock Lesnar, codearse con posibles futuros compañeros de trabajo y reunirse con el mandamás Vince McMahon, el hombre al que quería ver. Un mes más tarde, su hermano Bobby Steveson era fichado por la compañía para formar parte de la nueva camada del Performance Center. La firma era solo cuestión de tiempo.
Este mismo jueves sellaba su acuerdo con la empresa de la que siempre había sido fan, disfrutando con las apariciones de sus mayores ídolos Brock Lesnar –quien ya fue campeón con la Universidad de Minnesota– y Kurt Angle, y también de las figuras televisivas Triple H y Paul Heyman, de quienes ha recibido alabanzas por su potencial y desempeño sobre la lona de lucha libre. El contrato no se hará efectivo hasta mayo del año que viene, cuando ya tendrá 22 años y estará graduado en su licenciatura. Entretanto podrá defender su posición como campeón nacional de la NCAA y comenzar a aprender el arte del wrestling sin la necesidad de viajar al Performance Center, pues tendrá un centro de formación cerca del campus.
¿Cómo ha sido esto posible? Gracias a los acuerdos NIL (siglas en inglés de name, image and likeness/nombre, imagen y semejanza) que acaban de llegar al deporte universitario. Los atletas podrán recibir una compensación económica gracias a un contrato publicitario o profesional a cambio dinero o un producto de la marca que representen. Así, podrán convertirse en una especie de influencers o caras de un producto. Gable Steveson podría aparecer en anuncios, monetizar sus redes sociales, participar como embajador de WWE y ser compensado por ello. De esta forma, se rompe con la norma de no profesionalización de la NCAA en pos de un reparto más equitativo de los esfuerzos del deportista en sus años universitarios.
Qué esperar de Gable Steveson como superestrella
El futuro es muy prometedor si hablamos de la nueva superestrella de WWE. Habrá que ver cuánto dura su éxito olímpico en la memoria de los estadounidenses, pues a pesar de ser un medallista de récord está lejos de hazañas memorables como las de Michael Phelps. La empresa de Vince McMahon tendrá que lidiar con este problema para mantener relevante al luchador, que no defenderá su oro en París 2024. Un modelo similar al de Kurt Angle, portando el metal en su entrada o anunciándolo como tal a su paso por la rampa pueden ayudar a mantener el recuerdo.
El salto de la lona de lucha libre a los grandes focos, las cámaras de televisión y las doce cuerdas del wrestling será pequeño, pues su bagaje en esta disciplina le permitirá una transición menos pronunciada que la de otros compañeros en el Performance Center. Asimismo, su gran carisma y facilidad de centrar la atención en él en sus contactos con la prensa y redes sociales pueden servirle a la hora de actuar en los estadios y de tomar soltura con el micrófono. Prueba de ello es el derribo tirando de la pierna de Petriashvili con el que consigue dos puntos en la final de Tokyo 2020.
No obstante, su objetivo en el wrestling no pasa por ser el nuevo Kurt Angle. Su deseo o manejo en el ring puede ser similar al de Brock Lesnar en cuanto a dominación y Jeff Cobb en lo visual: no basará su ofensiva en movimientos de lucha libre, sino que buscará ser un luchador más espectacular que técnico. Por lo tanto, intentará alejarse de los Angle, Haas y Gable para desarrollarse como uno más en la industria. Al menos tiene la posibilidad de embarcarse en una carrera longeva si su adaptación es tan rápida como se espera y su proyección le convierten en un estupendo talento a pesar de la poca experiencia.
¿Pasará al roster principal o tendrá su paso por esta nueva NXT? Solo el tiempo lo dirá, pero de momento la mejor forma de capitalizar la inversión sería que tras comprender las bases del negocio diese el salto a Raw o SmackDown en un papel similar al de Dominik Mysterio, dándole exposición para que crezca pero sin forzarle hasta que no esté listo.
Por otro lado, un breve estancia en la marca negra y dorada (o multicolor) para subir al main roster como la gran estrella de futuro que es pueden acelerar su progresión para disputar en una mejor posición sus feudos con los veteranos de WWE. Confiarle el campeonato mundial, convertirle en la cara del renovado territorio de desarrollo podría ser una oferta difícil de rechazar que encandile a USA Network de cara a un futuro acuerdo televisivo.
Si su futuro no era lo suficientemente brillante después de tantear el terreno tanto de WWE como de UFC, los elogios de la mano derecha en lo financiero de Vince McMahon, Nick Khan, sellan la confianza y la apuesta por Gable Steveson en la empresa. El presidente de la compañía del sports entertainment señaló que el medallista olímpico «tiene tanto carisma como habilidad» y destaca su «comerciabilidad» como un elemento «muy importante» para WWE. En cuanto a la razón de su fichaje, apunta a que es una inversión basada «en lo mucho que valoramos a Gable ahora y en lo mucho que creemos que puede llegar a ser».
Tome el camino que tome, Steveson ya forma parte de la industria con la que creció y con la que es fan. En una mentalidad similar a la de su ídolo Brock Lesnar, tanto en la elección universitaria, los intereses tras adjudicarse el oro olímpico, gustos deportivos y su posición pasiva en la negociación para sacar la mayor rentabilidad posible, la esperanza de la futura WWE está puesta en esta superestrella de 21 años. Si pudo cumplir con creces en la lucha libre tras llamarse igual que la leyenda Dan Gable, el cielo es el límite en su nueva etapa en el sports entertainment.
Recuerda consultar TurnHeelWrestling para estar al tanto de las últimas noticias sobre WWE, AEW y demás compañías de Pro Wrestling, así como todo lo referente a UFC, Bellator y ONE en nuestra sección dedicada. Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales para no perderte ninguna de las novedades: Twitter, Facebook, Discord, YouTube, Twitch e Instagram.