Me he tomado unas ‘vacaciones’. Entre comillas, porque no lo eran como tal. No contratado. Dos semanas para desconectar, aprovechar el tiempo, querer disparar al sol y ponerme al día. ¿Con el wrestling? No, señor. Mis tiempos de gran consumidor de wrestling, aficionado a todas las empresas y ávido lector de tuits y artículos se ha quedado atrás. Este año he aprendido a controlar mi narrativa tiempo, a dejar pasar los semanales si no me apetece o estoy ocupado, a llevar este espectáculo deportivo con más calma. Atrás quedan las semanas organizadas por los shows de WWE, la autoobligación de ver cada programa a la mayor brevedad y consumir cualquier PPV en la mañana siguiente a su celebración. Reto conseguido, ya era hora.
Sin embargo, en la actualidad veo menos wrestling del que me gustaría. Me encanta All Elite Wrestling pero desde hace unos meses he perdido el hilo de los Dynamite –los Rampage quedaron en el olvido–. Stardom me es imposible de seguir, los eventos especiales de Impact y NWA quedaron atrás y cualquier opción indie de combate suelto o Free Match se antoja entre atractivo por su atemporalidad como perezoso en cuanto se acumulan.
Por lo tanto, aunque estoy enterado de lo que sucede en AEW y veo algunos sus resúmenes, solo sigo NXT 2.0 de forma continua. Sí, NXT 2.0. Al margen de su calidad frente a otras opciones es más por tradición y gusto (el que me da UHEP). Todo esto acaba afectando a mi selección de temas sobre los que escribir los domingos, que no a mi creatividad, y deja a WWE como la única de la que puedo dar una opinión formada y valiosa. Variedad ajustada al mínimo. Podría hacer artículos igualmente, pero siento que no estaría siendo del todo sincero y para leer opiniones sin criterio podéis leer la de otros muchos que sí han reflexionado a partir de lo que han visto.
Me gustaría dedicarle más tiempo pero no quiero alejarme de la variedad que sí me proporciona el hecho de no encorsetarme a ciertos quehaceres. Picoteo libros, películas, series, cómics, videojuegos y wrestling intercalado con tiempo con mis amigos y familia, todo lo que el trabajo permite. Incluso hay días en los que no hago nada y estoy en paz con ello. La exigencia productiva-laboral va subiendo con los años pero digamos que sigue lejos de ser ideal. No obstante, el espacio se reduce y no quiero que mi vida gire exclusivamente en ser un fanático de wrestling. Pero todo puede volver a cambiar…
Así que ahora donde me veis soy un fan renovado, sufriendo y gozando de las debilidades y fortalezas de la decisión. Solo espero al menos poder recuperar el visionado de AEW o no sentirme culpable por no escribir de todo lo que quisiera. También me gustaría no sudar como un gorrino haciendo este artículo, más teniendo en cuenta que llega desde Euskadi pero ¡no se puede tener todo en esta vida!
Las cositas de la actualidad del wrestling
Para renovada la WWE con Triple H a cargo de la dirección creativa. Se está notando su mano pero bien en cada programa de Raw o SmackDown, trayendo de vuelta a varios talentos. Un hurra por ello. Genera interés en este reordenamiento del tablero de ajedrez, aunque preocupa lo que pueda suceder con aquellas superestrellas que lleven más tiempo dentro de la programación. Me refiero a esos peones convertidos en reina que solo han sido claves para Vince McMahon. La importancia sigue estando en el entretenimiento, aunque con el yernísimo la segunda letra de la sigla (Wrestling, por si las moscas) cobra su relevancia en un equilibrio perfecto. ¿Competirá con la empresa de Tony Khan y ganará la batalla de la audiencia? Eso es harina de otro costal. Disfrutemos del viaje, pero recordad que todavía se está preparando el terreno. Habrá tiempo de valorar.
¿Y qué hay del mandamás de AEW? Sigue fichando y fichando y va recuperando a sus tótems de cara a All Out, dando algunos giros bastante interesantes como la implosión del Team Taz –con el turn face de Ricky Starks, el push a Powerhouse Hobbs y la liberación de Hook– y el camino hacia la madurez como personaje de Jungle Boy. Continúan las sorpresas y son ciertamente satisfactorias, aunque la división femenina sigue a la deriva. Qué desastre. Quien no tiene pinta de protagonizar ese regreso esperado es MJF, y muy inteligentemente la dirección ha ido buscando un sustituto para esa cuarta columna que cimente el futuro de la compañía. Suena a culebrón de verano, pero la realidad es que el silencio de ambas partes y la falta de información hace que esté más frío que un polo en el congelador. Mierda, no tengo helados. Voy a por otro vaso de agua.
En el resto de la industria parece que todo funciona igual. Impact Wrestling y NWA siguen su ruta sin molestar a nadie y sin llamar mucho la atención –pese a quien le pese–, las indies en general continúan en un buen estado de salud, Stardom plantea nuevas vías de ofrecer contenido variado dentro de la lucha y New Japan Pro Wreslting está inmerso en su G1 Climax…
¿Y qué hay de la comunidad? Buena pregunta. Entre tiros desde trincheras inventadas por e-drones y aewsexuales, hay un grupo de gente bien perturbada y jodida de la cabeza que cree que está bien hacer una cerdada con la foto de una mujer y, si eso no fuera poco, subirlo a las redes sociales y hacérselo llegar a la persona. ¿Cómo cojones voy a estar interesado en invertir más tiempo en esta afición si nos representa gente así? ¿Cómo cojones idealizáis al sexo opuesto y a la vez margináis a cualquiera que se atreve a dar su opinión? Para reflexionar.
Recuerda consultar TurnHeelWrestling para estar al tanto de las últimas noticias sobre WWE, AEW y demás compañías de Pro Wrestling, así como todo lo referente a UFC, Bellator y ONE en nuestra sección dedicada. Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales para no perderte ninguna de las novedades: Twitter, Facebook, Discord, YouTube, Twitch e Instagram.