El mundo del wrestling siempre ha estado muy aferrado al pensamiento de que pase lo que pase, el show debe continuar; ¿es esto moralmente correcto dada la situación de pandemia actual?
Estas últimas semanas han sido una auténtica locura para el wrestling mundial debido al estado de pandemia en que nos encontramos. Debido al coronavirus, la semana más importante del año -la de WrestleMania- se ha visto afectada. Hemos podido ver cómo una infinidad de empresas pequeñas se han visto obligadas a cancelar sus shows para esa semana; algo de lo que les costará muchísimo recuperarse a nivel económico. Sin embargo, las dos empresas más grandes de Estados Unidos -WWE y AEW- han decidido seguir con su programación a toda costa.
Pero… ¿es esa una buena decisión en estos momentos?
En un primer momento, ambas empresas ofrecieron a los luchadores la posibilidad de quedarse en casa. Pero una vez el coronavirus comenzó a ser algo serio y grave en EEUU, llegaron las medidas de las autoridades. Si ambas empresas decidían continuar, deberían realizar sus shows a puerta cerrada. Este era el momento correcto en el cual parar. Las empresas deberían haber cesado su actividad y haber mandado a todos los luchadores y el personal a sus casas para evitar riesgos, al igual que se ha hecho en el resto de competiciones deportivas del mundo.
Sin embargo, WWE y AEW, probablemente viendo la oportunidad de mercado que supone ser el único contenido deportivo en televisión mientras todo el mundo se encuentra en sus casas con ganas de desconectar de la realidad, decidieron continuar emitiendo en directo. Finalmente, los shows a puerta cerrada han resultado ser un completo fracaso; la falta de público y los malos guiones hacen los shows muy incómodos.
A partir de aquí, cada nueva decisión de WWE resulta todavía más surrealista. Según se rumoreaba, Vince McMahon esperaba que las autoridades de Tampa cancelasen WrestleMania para cobrar una indemnización y realizar el evento en junio dentro del Madison Square Garden. Pero finalmente, WrestleMania se ha terminado grabando a puerta cerrada y se emitirá en diferido durante dos días. Además, su cartelera es un auténtico sinsentido, con combates completamente aleatorios y ausencias como las de Roman Reigns, Andrade, Dana Brooke y The Miz que dejan muchos combates pendiendo de un hilo.
Frente a toda esta gestión, WWE se tapa los ojos y los oídos. A día de hoy, no se ha emitido ningún comunicado dirigido a los fans que tienen entradas para WrestleMania y que desconocen si recuperarán su dinero. No solo eso, sino que además WWE intenta sacar tajada y se ríe de su «querido» WWE Universe poniendo a la venta camisetas con el eslogan ‘No estuve allí’. Los shows grabados y editados de WWE siguen anunciando combates que no sucederán, como el Roman Reigns vs Goldberg. Y por último, lo más grave del asunto: WWE y AEW llevan más de dos semanas poniendo en riesgo a su personal, al roster y a sus familias; todo en un mal intento de seguir entreteniendo y ganando dinero.
En resumen, ambas empresas han dado una imagen nefasta. AEW y WWE han puesto en riesgo a sus empleados y roster de manera innecesaria, y estos deben sentirse muy poco valorados. Además, WWE ha querido llegar a límites incomprensibles con tal de que la máquina de hacer dinero que es el Road To WrestleMania no pare este año. Y todo esto sin preocuparse en absoluto por los fans, incluso riéndose de ellos. Quizá el WWE Universe no es tan importante para WWE como hacen ver. Quizá los tiempos han cambiado y WWE vive de otros ingresos. Y por eso mismo, WWE no se verá en absoluto afectada por su horrible gestión en esta crisis, nos guste o no.
Recuerda consultar TurnHeelWrestling para estar al tanto de las últimas noticias sobre WWE, WrestleMania, AEW y demás compañías de Pro Wrestling. Además puedes seguirnos en nuestra cuenta de Twitter para no perderte ninguna de las novedades.