Como en esas historias para no dormir, como en las películas que más se disfrutan en estas fechas de Halloween, NXT 2.0 también guarda un pasado que le perturba, le persigue y no le deja avanzar. Por increíble que parezca, el vestuario de la renombrada marca de desarrollo está copado de nuevos habitantes tras una purga sobre sus habitantes más atractivos, pero todavía quedan remanentes de lo que antes fue. Hombres y mujeres que se encuentran en el limbo, condenados a una vida eterna vagando en las sombras y maldecidos sin encontrar la paz que tanto desean.
Ellos fueron los ojitos derechos de una NXT que ofrecía verdadero wrestling para los fanáticos de WWE más hardcore, coleccionando talento de ROH, PWG e Impact para crear un hogar con lo mejor del mundo sin abandonar el territorio de Vince McMahon. Sin embargo, AEW surgió, batallaron en una guerra absurda –siempre pudieron coexistir sin necesidad de lanzarse a la televisión– y la gran compañía del sports entertainment salió escaldada. Era necesario dar un paso atrás, volver al modelo antiguo por intentar romper con la ruina de los ascendidos al roster principal –veremos cómo termina todo– y apostar por luchadores novel sobre los gladiadores curtidos en más de cien batallas.
Con los nuevos objetivos establecidos y con las prioridades claras, en estas siete semanas tras Halloween Havoc es evidente que, al menos en lo que se ofrece sobre el ring, no tiene nada que ver con lo visto en los últimos siete años. El disfrute de la progresión del iniciado sobre la superación del maduro. Y en lo que al episodio especial se refiere, recuerda a aquellos que plantea WWE en Raw o SmackDown donde lo único diferencial son cuatro gráficos, alguna estipulación y un par de segmentos. El wrestling, el mismo.
Tres títulos cambiaron de manos y certifican la nueva dirección, algunos con mejor o peor acierto. MSK, Io Shirai y Raquel Gonzalez quedan desprovistos de aquello que los mantenía relevantes y entretenidos a la espera de la llamada. Sin saber qué sucederá con ellos, todo indica que se dedicarán a hacer tiempo hasta el siguiente Draft o se dé algún ascenso en mitad de temporada.
La nota positiva la ponen Jacy Jayne, Gigi Dolin y Zoey Stark, que se colocan en una etapa que puede llevarlas a progresar tanto en equipos las primeras dos como en el individual la excampeona. Al otro lado quedan un Imperium sin WALTER –y sin ninguna razón de ser para el austriaco en NXT 2.0– y una Mandy Rose que a pesar de los cambios estéticos sigue sin estar a la altura de su combate contra Sonya Deville en SummerSlam 2020.
Desprovistos de sus talismanes, quedan a merced del asesino de la aguja, de quien siempre pueden escapar tomando la iniciativa antes de que pique la puerta. Porque hay momentos que, como en ‘Scream’, es mejor no coger la llamada del brazo ejecutor Johnny Ace. Entre unos y otros se arma la marimorena y comienza la matanza. Entonces surge la pregunta: ¿quiénes sobrevivirían a esta situación?
Muy sencillo: LA Knight, Franky Monet, Samoa Joe, Tommaso Ciampa, Hachiman, Roderick Strong, Candice LeRae y Johnny Gargano. Veteranos que funcionan al micro, aportan experiencia en el cuadrilátero o están dispuestos a facilitar el trabajo a los nuevos sobre el cuadrilátero o como productores/entrenadores. El resto deberán tirar el dado y probar suerte allá donde el destino los lleve. Es eso o volver a la casilla de salida, volver a equilibrar la balanza y pretender ser algo que no se es. Y no se contempla repetir los errores del pasado y cambiar todo para no cambiar nada.
El mejor ejemplo lo pone Kay Lee Ray, que tiene una viñeta en Halloween Havoc después de pelear en un solo combate en siete semanas. Reinado de 649 días como Campeona de NXT UK y luchando contra una novata tras el redebut. Matemáticos universitarios repasando la tabla del cinco. Megaestrella en Reino Unido, plato secundario en Estados Unidos. Otra más: ¿alguien sabe dónde está Sarray? Luchando en 205 Live.
La esperanza para muchos reside en el Royal Rumble, esa prueba de treinta hombres y treinta mujeres que brinda una ocasión de argumentar una llegada al vestuario del show de los lunes o de los viernes. Pero ese ticket es solo para dos o tres personas, y son treinta y dos los candidatos. Si no se decide bajo un escape room macabro…
NXT 2.0 no es país para viejos (y estrellas indie). El tiempo en el que era un paraíso en la tierra ha acabado, y si no es por voluntad propia será a la fuerza. Ya no vale querer continuar en la tercera marca, no existe más. Lleva casi un par de meses sin ser un refugio; el mensaje es indudable: si no eres joven y primerizo estás fuera. Son todos grandes superestrellas en su mejor momento, trabajo no les va a faltar. Otra cuestión es si la escena independiente puede sostener el reguero que se asoma por el ascensor. O si querrán pasar al roster principal con el riesgo de acabar, comida del catering en mano, viendo a otros lograr títulos por un televisor.
En cuanto menos se lo esperen Nick Khan se dará cuenta de la pérdida económica de mantener a tantos luchadores con salarios altos en la cantera. Hacen falta veteranos, pero no tantos. Mirará el informe, evaluará los pros y los contras y actuará. Pronto acontecerá y no habrá descanso. Las pesadillas en el Performance Center se harán norma. Sálvese quien pueda. Que comience el battle royale.
Tic tac. El reloj suena. Tic tac. El tiempo apremia. Tic tac. ¿Qué vas a ser? ¿Future endeavors, rojo o azul? ¡Decídete o tu cuerpo en polvo se convertirá!
Recuerda consultar TurnHeelWrestling para estar al tanto de las últimas noticias sobre WWE, AEW y demás compañías de Pro Wrestling, así como todo lo referente a UFC, Bellator y ONE en nuestra sección dedicada. Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales para no perderte ninguna de las novedades: Twitter, Facebook, Discord, YouTube, Twitch e Instagram.
