TOP5 · Mejores superestrellas de WWE en el 2020

5 Randy Orton

The Legend Killer ha estado muy notable en todo. Empezó el año teniendo ese feudo con Edge, que terminó en Backlash con The Greatest Wrestling Match Ever, con victoria para The Viper, después de una contienda llena de referencias al pasado. Antes de llegar a Backlash, pasaron por WrestleMania 36. Aquella noche (fue la primera noche del show), Orton y Edge tuvieron un combate bastante largo (y muy lento, a mi parecer) que puso el broche al duelo con un sillazo al cuello y a la cabeza de Randy. Orton recibió de su misma medicina.

Randy cruzó la línea cuando atacó a la mujer de Edge, Beth Phoenix, aplicándole un RKO. La mecha se encendió en el Royal Rumble 2020, cuando Edge eliminó a The Viper. A lo largo de los meses, Randy comentaba que Edge le debía de dar las gracias por lo que era en ese momento. Al final, Edge se las dio, pero no de la manera que se esperaba.

Ha sido un año de reinvención para el trece veces campeón mundial. Muchos aficionados opinaban que Randy aburría y bajo mi punto de vista, así estaba siendo. Volver a esa faceta de destrozar leyendas, es como quien se pone sus mejores galas y se siente cómodo. Está en su hábitat natural, como un león en la sabana. La rivalidad con McIntyre está yendo bastante bien aunque personalmente, Randy ya debería haber ganado el Campeonato de WWE. Veremos qué ocurre en WWE Hell in a Cell 2020 y si finalmente consigue hacerse con el título.

4 Seth Rollins

El año del Mesías ha sido como una montaña rusa. Empezar de maravilla con el nuevo personaje de Greater God, además de formar una facción con AOP (ya fuera de la empresa) y rescatar del abismo a Austin Theory y Murphy. Los salvó de ir cuesta abajo sin frenos. Murphy ‘revivió’ y Theory se expuso en el Main Roster de una manera interesante y diferente a la que la había hecho junto a Zelina Vega, Andrade y Garza.

Este Rollins me gusta mucho, pero quizá le añadiría al bookeo un toque de locura, propio de algunas personas devotas o que simplemente, viven por y para una creencia. Su momento WrestleMania fue un poco descafeinado, aunque tuvo un combate muy técnico y agradable a la vista con Kevin Owens.

Ha caminado solo por el sendero hasta encontrarse consigo mismo. Todo lo hace por el Greater God. Su alianza con Murphy dio resultado, sin embargo había muchas idas y venidas. En Money In The Bank, dio un espléndido combate ante Drew McIntyre, en el que no logró capturar el Campeonato de WWE.

Quizá ahí hubo un punto de inflexión. A mi parecer, el feudo con Dominik fue mejor que el de Rey Mysterio. Todos recordamos aquel momento en el que Rey «perdió el ojo» en WWE Extreme Rules 2020. Para olvidar. Ahora tenemos a Seth en SmackDown para aportar su grandeza y sobre todo para salvar al talento que está a punto de desvanecerse.

3 Keith Lee

La irrupción de Lee en el Main Roster de WWE no ha dejado indiferente a nadie. Su nivel en ring es una grata sorpresa pese a su físico. Se desenvuelve bastante bien. El «aquí estoy» lo dijo en Survivor Series 2019 cuando formó parte del equipo de NXT en el combate de 5 por equipos entre RAW, SmackDown y la propia marca amarilla. Se jugó el triunfo ante Roman Reigns y con un Spirit Bomb hizo las delicias del público. Estuvo a punto de alcanzar la gloria, pero The Big Dog acabó con esa oportunidad.

En el mes de junio, derrotó a Adam Cole, rompiendo así los 403 días del reinado como Campeón de NXT del líder de Undisputed Era. Se convertía en doble campeón ya que también ostentaba el Campeonato Norteamericano.

La alegría no iba a durar mucho porque un mes y medio más tarde, Karrion Kross le derrotaba en NXT TakeOver XXX haciéndose con el Campeonato de NXT. De la noche a la mañana, Keith se quedaba sin nada (en el episodio del 22 de julio, Lee dejaba vacante el Campeonato Norteamericano). Subió al Main Roster porque ya tenía todos los ticks en verde en la lista de cosas por hacer en NXT.

Llegó a RAW y se llevó por delante a Randy Orton, que estaba y está inmerso en una rivalidad con Drew McIntyre. Ha sido su año, esa es la realidad. Quiero verle en la órbita del Campeonato de los Estados Unidos. Tiene madera para ello y al paso que va, no me extrañaría que llegase pronto a las cercanías del Campeonato de WWE. Gran porvenir el suyo.

2 The Fiend

Mi luchador favorito. El personaje te engancha, te llama y te atrapa. Bray Wyatt volvió a WWE en 2019 con un giro brutal a su personaje. Por poner algún pero, diríamos el combate contra Goldberg en Super ShowDown en el que perdió el Campeonato Universal. Realmente, no fue culpa suya sino de los directivos. Decisión muy errónea. En este 2020, las cosas le han ido bien al bueno de The Fiend. Como mancha tenemos esa derrota ante Goldberg, pero hay muchas cosas positivas.

Personaje sobrenatural al que pocos le hacían (algo de) daño. Quizá podría ser un problema porque de tanto ganar sin oposición, el personaje podría ir perdiendo credibilidad. Por suerte, eso no ha ocurrido y varias superestrellas le han plantado cara, aunque todas han llegado al mismo puerto. En WrestleMania 36, se quitó una espina que tenía clavada y cumplió con el destino acabando con John Cena, que le había ‘enterrado’ 6 años atrás, en WrestleMania 30. Bray nunca olvida. Ha estado varios meses en la sombra, pero era uno de los pilares de SmackDown.

En WWE Money In The Bank 2020, intentó pasar a Braun Strowman al lado oscuro, pero no lo logró. Era Bray en su versión estándar. La rivalidad con Braun no fue un espectáculo, pero sirvió para ver el resurgir de The Fiend. Dominó a Braun en SummerSlam y en Payback, aunque Roman se acabó llevando el oro.

Creo que The Fiend debería haber seguido con el título. No acaban de confiar en él con el talento y el potencial que tiene. Siempre a medio camino. Es un poco frustrante ver lo que hacen con The Fiend. Si con el bookeo que tiene está dando estas promos, segmentos y combates (no todos), no nos imaginemos cuando le saquen todo el jugo al personaje. Ahora con Alexa Bliss, dupla prometedora. The Fiend es presente y en RAW creo que la va a romper.

1 Drew McIntyre

No podía faltar en este TOP5. El que ha llevado la empresa a sus espaldas durante todo el año. Drew McIntyre ha tenido un ascenso meteórico. El WWE Royal Rumble 2020 fue el inicio del mejor momento de su carrera. Esa Claymore Kick a Brock Lesnar para eliminarlo del Royal Rumble Match, todavía está en nuestra memoria. El destino ya estaba escrito. Una montaña y un camino lleno de piedras que Drew logró pasar. Esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo para alcanzar el éxito. En WrestleMania 36, logró llegar al punto más alto de la montaña y derrotó a Lesnar en un visto y no visto.

Sobrevivió a The Beast y logró el Campeonato de WWE. Derramó lágrimas tras el combate. Le había costado mucho llegar ahí, 11 años. Tras La Vitrina de los Inmortales, estaba demasiado over. Rollins, primera víctima; Lashley segunda; Dolph Ziggler, tercera y Orton ha sido y es la cuarta. Solamente Randy le ha vencido en un show semanal de RAW. No hay quien le pare.

Sus promos son muy buenas y no hay nada que objetar a su calidad dentro del cuadrilátero. La antorcha la lleva él y no sería descabellado decir que está a la altura de Roman Reigns. Quizá The Tribal Chief está un poco por encima por lo que significa, pero ligeramente superior. Punto a favor para el escocés es que su reinado no está aburriendo a pesar de que lleve medio año con el título máximo de WWE.

Muchas superestrellas campeonas pierden el interés cuando ni siquiera llevan tres meses con el título. Este no es el caso de Drew. En mi opinión, es el mejor activo que tiene actualmente WWE, y no es fruto de la casualidad.

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