‘The Fiend’ vs. Seth Rollins: el fatídico encuentro

Análisis al polémico combate entre ‘The Fiend’ Bray Wyatt y Seth Rollins en Hell in a Cell 2019.

El pasado 6 de octubre de 2019, presenciamos el que para muchos fue uno de los peores combates del año. ‘The Fiend’ y Seth Rollins protagonizaron un enfrentamiento dentro de la Celda Infernal envuelto de polémica. Y no poca. El Campeonato Universal se encontraba en juego en la que era la segunda vez que el personaje demoníaco de Bray Wyatt se hacía presente para disputar una lucha en los encordados de WWE. Rollins y ‘The Fiend’ eran los encargados de cerrar un show sin mucho que destacar, pero que acabó siendo recordado por todos los fanáticos de la compañía por su final: el combate finalizó sin resultado, con una caja de herramientas, con médicos atendiendo a un ser inhumano y este mismo atacando al campeón fuera de la celda. Todo esto acompañado de una luz rojiza que mareó a más de un espectador.

Y, más de un año después, un servidor analizará cómo fue el combate, cuáles fueron sus precedentes, el factor primordial de su rivalidad y, finalmente, un balance final de qué hizo que todo acabase tal y como pasó. Pónganse cómodos.

‘The Fiend’, a la caza de Rollins.

'The Fiend' vs. Seth Rollins: el fatídico encuentro

Clash of Champions 2019 tenía como combate principal a Seth Rollins defendiendo su Campeonato Universal ante Braun Strowman, lucha que terminó con este primero levantando el título en lo alto del escenario. Tras esto, las luces del coliseo se apagaban. Los rumores parecían que se iban a hacer realidad: ‘The Fiend’ quería al campeón en el próximo pago-por-ver. Y, en cosa de segundos, lo pudimos comprobar. Una ‘Sister Abigail’ saludó al estadounidense y lo mandó a dormir para cerrar el evento.

Durante el transcurso de las semanas tuvimos un mismo patrón de actuación, pero que no por eso perdía sentido. La historia entre los dos se basaba en el miedo, en como ‘The Fiend’ atormentaba la mente de Rollins semana tras semana y que tiene su punto de inflexión en un segmento no televisado: cuando el ser demoníaco se disponía a asaltar de nuevo a su rival, era Seth el que lograba actuar a tiempo y asestarle hasta 4 ‘Curb Stomp’ a este para que finalmente desapareciera junto a las luces de la arena.


Una celda infernal con iluminación.

Llegaba el gran día, domingo 6 de octubre. Charlotte Flair y Bayley se retiraban del escenario y la famosa celda infernal comenzaba a descender. Rollins sabía que ese era el día donde podría librarse del demonio que le había estado atormentando durante semanas, o sumirse en su peor pesadilla dentro de una estructura de acero iluminada con luces rojas que extendían el aura de ‘The Fiend’.

Con ambos competidores en el ring, la lucha comenzaba. El combate fue de mi agrado, no por el extenso repertorio que muestran, sino por la historia que estaban contando en cada momento tanto Seth como Bray: un reflejo de un conflicto interno del Campeón Universal que le invadió al compartir escenario con ‘The Fiend’ y la desesperación del mismo Rollins por ver que nada era eficaz ante el demonio. Y este mismo sentimiento es el que marca el final tan controversial del encuentro donde todo acaba sin resultado tras un mazazo.


Uno de los finales más polémicos de los últimos años.

‘La estructura más peligrosa en el mundo de la lucha libre’ parece que no fue tan peligrosa ese día. El combate no tuvo un ganador declarado, pero no fue la primera vez que eso pasaba. Y, de hecho, ocurrió lo mismo tan solo un año antes. Si bien es absurdo que se pueda parar un combate porque un ser inhumano no responda, no lo veo tan mal viendo lo que pasó más adelante. No pretendo respaldar que esto fuera una buena decisión o la mejor, pero en verdad tampoco fue la peor. Una buena historia contada durante los más de 15 minutos que duró el enfrentamiento y con un Seth Rollins que comenzó sin ninguna salida posible de Hell in a Cell como Campeón Universal y terminó con el título en sus hombros al final del show.

Para mí, el final fue una continuación de lo que se venía explicando con las acciones de Seth y el personaje de Bray Wyatt. Un ‘The Fiend’ que tan solo quería divertirse con el actual ‘Messiah’ y se demostró cuando al final del combate se levantó de la nada para acabar atacando al oriundo de Iowa.

Ahora, si me preguntan cuál habría sido el final más coherente para el combate lo tengo bastante claro; Después de presenciar todos los ataques de Seth, el árbitro iría a ver la situación de Bray mientras Seth le miraría pensando que ese día podría escaparse de su pesadilla. Sin embargo, ‘The Fiend’ se levantaría de la nada para con su famosa ‘Mandible Claw’ proclamarse como el nuevo portador del cinturón.


Show must go on.

Aquí vino el porqué de ese final. WWE quería que el combate entre Seth y Wyatt se repitiera en uno de los eventos favoritos de la familia McMahon, Crown Jewel, y para eso necesitaban alargar la rivalidad entre estos dos. Además, el famoso ‘poder’ de la ‘Mandible Claw’ aún no habían hecho efecto, así que otro enfrentamiento entre estos tenía que ser inminente. Pero, esta vez, la estipulación de éste indicaba que el final entre estos dos era claro y no podía haber ninguna polémica más. Sin poderse parar, sin normas, sin barreras. ‘The Kingslayer’ y su miedo vs. ‘The Fiend’.

El final que he fantaseado unas líneas más arriba hubiera sido perfecto para finalizar así su feudo. Claro, ¿qué sentido tendría que Seth quisiera volver a enfrentarse a un ser al qué sabe que no puede vencer sin ya no ser el famoso ‘Fighting Champion’? Déjame que responda por ti, ninguno.


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