Rhea Ripley: de copia aussie de Charlotte Flair a ‘La Erradicadora’

Su capacidad para adaptarse a cualquier situación y evolucionar es magistral, y queda patente en la progresión ascendente de su personaje. Múltiples veces campeona, se ha convertido en todo un estandarte de la esperanza intergénero en WWE. Si en solo un lustro en la empresa ha logrado todo esto, ¿dónde estará de aquí a cinco años?

Las pesadillas rara vez comienzan desde la oscuridad. Esta tampoco lo hace. Rhea Ripley debutó en WWE en 2017 dentro de la primera edición del Mae Young Classic, el torneo de mujeres que aglutinaba al talento internacional por una oportunidad por el campeonato femenino de NXT. Rubia de pelo largo, con un punto jovial y una amplia sonrisa a sus 20 años, se presentaba como una luchadora que tenía su juventud y pasado en el fútbol de su lado. No consiguió superar los dieciseisavos tras caer contra la kiwi Dakota Kai, algo que cambiaría su actitud de cara a la segunda entrega del año siguiente.

Al menos así lo argumentó ella misma en la entrevista posterior a su combate en la primera ronda, además de para acallar a aquellos que la comparaban con Charlotte Flair. Empezó a vestir más oscuro, con pinchos, se cortó el pelo y se cambió el color a un tono rubio más oscuro. Sustituyó la sonrisa por el ceño fruncido y la actitud altiva. Siempre fue una entusiasta del mosh pit y el metal, pero nunca lo había externalizado a su aspecto.

Después de derrotar a MJ Jenkins y hacer lo propio frente a Kacy Catanzaro –ahora Katana Chance–, llegó el combate de cuartos de final. Rhea Ripley tendría al frente a Tegan Nox, quien se perdió el primer Mae Young Classic por lesión. Iba a ser su primer rival en el torneo, pero su puesto fue remplazado por Miranda Salinas –Miranda Alize–. Sin embargo, el enfrentamiento no duró mucho: Nox volvió a lesionarse la rodilla en un salto hacia fuera del cuadrilátero y, a pesar de los intentos, no pudo continuar.

Caprichos del destino, el personaje más rebelde y punk de Rhea Ripley se convirtió en bad ass, mientras que Tegan Nox nunca volvió a estar al cien por cien para una longeva y dorada carrera. Se regodeaba en lo ocurrido por redes sociales, presumía cada vez que podía de haber sido quien terminó con los sueños de la galesa. La pesadilla se cumplió y Ripley comenzó a apodarse así. Tomó la brutalidad como sinónimo y lo convirtió en mensaje para rivalizar con el resto de las competidoras una vez pasado el torneo. Una nueva experiencia que la posiciona más cerca de la oscuridad.

Se quedó a las puertas de la final, pero su desempeño tuvo como recompensa otro torneo, para ser la campeona femenina inaugural de la nueva marca británica y escisión de NXT, NXT UK. Y lo ganó. 44 días en los que afianzó su personaje un poquito más y se estableció como una de las grandes promesas de WWE en el apartado femenino. Debut en el segundo Royal Rumble femenino, celebrado en 2019, y ascenso en verano de ese año a la marca negra y dorada de NXT.

Rhea Ripley: de copia aussie de Charlotte Flair a ‘La Erradicadora’
Rhea Ripley en su debut en la primera edición del Mae Young Classic. | WWE

Ascenso meteórico, WrestleMania 36 y Judgment Day

Nuevo territorio en el que gobernar y qué mejor manera de presentarse que ante la por entonces imbatible Shayna Baszler. ¿Cómo demostrar al resto del mundo sus altas capacidades? Tres días de ensueño para el bookeo de cualquier luchador: el viernes vence a Charlotte Flair y Sasha Banks en una triple amenaza, el sábado da la victoria a su equipo en el WarGames Match a pesar de la desventaja de cuatro contra dos y se lleva el domingo el Survivor Series Match con un equipo con la coexistencia en entredicho. La apuesta por Rhea Ripley era clara, solo faltaba derrotar a la ‘Reina de Picas’. Y también lo logró para la gloria del vestuario. Nada podría interponerse en su carrera… ¿o sí?

Royal Rumble de 2020 que consigue Charlotte Flair, ese espejo en el que muchos reflejaban a la nueva campeona de NXT. WrestleMania 36, en su segunda noche y sin público por medidas sanitarias derivadas de la pandemia, enfrentaba a ambas. La incógnita estaba ahí, con dos superestrellas muy bien posicionadas en la estadística y con una oportunidad inmejorable de que Rhea Ripley asaltase los cielos. No obstante, la hija de Ric Flair no se postra ante nadie. Menos con un título de por medio. El resultado no sorprendió a muchos, y solo confirmó lo que ya se sabía. La pesadilla, esta vez, fue para ella. A partir de ahí, intentó de todas las formas posibles recuperar el campeonato, pero perdió su estela.

Así, llega el resto del año se convierte en una prórroga en NXT, mezclando esa búsqueda de redención con feudos insulsos y participaciones de relleno. Aún y todo, siguió dando la nota en cada aparición y reinventándose hacia una Rhea Ripley más tétrica, con mayor musculatura y más tatuajes, fruto del mal trago de asumir el fracaso en el magno evento. Reseñable el feudo con su antigua amiga Raquel Rodriguez, por aquellas de apellido Gonzalez, donde ambas dejaron patente que son dos powerhouse de futuro para la empresa. Cada vez más oscura e inspirada por las películas de terror y los creepypasta, la llamada llegó.

Casi un año después de su caída contra Charlotte Flair, Rhea Ripley sube al roster principal para confrontar y arrebatar a Asuka el título femenino de RAW en WrestleMania 37, hasta que 97 días después perdió ante su hasta ahora archienemiga en Money In The Bank. No hay mayor adversaria para el deporte espectáculo que el talento y el poder. Las oportunidades se acabaron, y encontró una aliada en quien le distanció de su objetivo. Con Nikki A.S.H. fue campeona por parejas, pero esta extraña dupla duró hasta enero de 2022, cuando la inestabilidad de la semi superheroína se hizo palpable. Vencido el feudo, se mantuvo en la división por equipos junto a Liv Morgan. Aunque era un dúo más compenetrado, el éxito nunca llegó. Solo hizo falta el convencimiento de Edge y una situación similar a la desunión con Nikki A.S.H. para dar el turn heel definitivo. Una dominación desaprovechada, una fuerza contenida liberada dentro de Judgment Day. El inicio de ‘La Erradicadora’.

Con un aspecto basado en los dos colores de la facción, negro y morado, cualquier recuerdo a aquella Rhea Ripley de la primera edición del Mae Young Classic se esfumó con su pelo teñido al tono negativo. Solo volvió su amplia sonrisa, aunque esta vez más que simpatía resultaba inquietante. La inocencia se perdió y terminó por aceptar su verdadera naturaleza, comprendiendo que en el sufrimiento ajeno está el camino hacia el éxito, que pretender ser quien no se es solo limita tu crecimiento y que las formalidades son un estorbo. La alianza trajo una maldad inusitada, visible en el ataque a Beth Phoenix en Extreme Rules delante de un piadoso Edge.

Un mal día inició el cambio, otro mal día lo propulsó, y uno más lo certificó. Ajenos o propios, Rhea Ripley ha mantenido un crecimiento exponencial por momentos y un personaje en constante subida en su viaje por WWE en estos cinco años. ¿Qué le deparará el futuro? Si seguimos la estadística, debería vencer en WrestleMania 39, tal vez a Bianca Belair o a quien sea la campeona por entonces. ¿Por el ticket obtenido tras ganar el Royal Rumble? Es una posibilidad. Lo que es seguro es que esta powerhouse traerá mucho que hablar. Más de lo que está haciendo ya. ¿Será la primera mujer en tener un combate serio contra un hombre en la empresa? Esa no es decisión suya, pero sus últimas apariciones no dejan lugar a duda. Si Triple H así lo desea, sucederá.  

Rhea Ripley como miembro de Judgment Day. | WWE

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