MVP rechazó un contrato millonario para recuperar su pasión en Japón.
MVP aclaró uno de los mayores malentendidos sobre su primera salida de WWE: no fue despedido, sino que pidió su liberación voluntariamente. En su podcast Marking Out with MVP & Dwayne Swayze, el ex campeón de Estados Unidos explicó que, aunque en su mejor año estuvo “apenas por debajo de un millón de dólares”, decidió marcharse porque el ambiente de la compañía le había hecho perder la pasión por la lucha libre.
El veterano reveló que WWE le ofreció un contrato de cinco años para asegurarlo en la empresa, pero lo rechazó porque no quería quedarse atrapado en la rutina. MVP describió aquella etapa como un vestuario lleno de luchadores desmotivados, que trabajaban solo para cobrar. “Me prometí a mí mismo que nunca sería el tipo que aparece solo por el cheque”, dijo.
Lejos de lo económico, MVP buscó lo espiritual y se marchó a New Japan Pro Wrestling, donde aceptó una reducción salarial pero logró reencontrarse con su amor por el negocio. “Fue una mala decisión financiera, pero me devolvió la pasión”, confesó. Su historia refleja un caso poco común: un luchador que renunció al dinero para priorizar su conexión con la lucha libre.
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