Cómo olvidar aquel maravilloso WWE Cruiserweight Classic celebrado en Full Sail University, el que fuera el recinto de NXT durante su mejor etapa. TJ Perkins se enfrentaba a la gran promesa de Japón Kota Ibushi en la semifinal y Gran Metalik (Máscara Dorada) hacía lo propio contra el mago de la lucha a ras de lona Zack Sabre Jr. La final coronó a TJP como nuevo Campeón Crucero después de que el enmascarado lo llevase al límite en un despliegue de dotes atléticas. Esta semana han surgido rumores, llegados a oídos de Dave Meltzer, de la posibilidad de retirar o sustituir el cinturón tras NXT WarGames.
Su renacimiento en la empresa no fue ideal. Con el filipino como nueva cara de la joven división crucero, dieciséis hombres daban el salto a Raw para formar parte de uno de los atractivos del show de los lunes. El ritmo y espectacularidad de los choques no eran los vistos en el torneo, y no fue hasta la creación de 205 Live cuando los luchadores trasladaron esa pasión por este deporte espectáculo. Sin embargo, los espectadores no fueron justos –grabarse una hora después de SmackDown tampoco ayudaba–, con algunos abandonando el estadio o quedándose para no comprar ninguno de los spots que planteaban. Se mostraban ante una audiencia adormilada, con unos pocos apreciando el arte expuesto.
NXT dio el salto a televisión y el Campeonato Crucero se movió a la marca negra y dorada. Mantuvo su buen hacer y las emisiones de 205 Live se trasladaron a su tierra de origen, para más tarde volver a reubicarse en el Capitol Wrestling Center durante la pandemia. Si ya el show perdía su encanto mes a mes al no defenderse el título crucero en su propio espacio, el cambio de la alternativa a puro territorio de desarrollo con NXT 2.0 acabó por herir de gravedad a una división que languidecía dentro de la programación. Sumado esto a los despidos de gran parte de los originales y los recién llegados al vestuario, se convirtió en la media hora extra para que los menos experimentados cogieran rodaje.
Hoy en día, su relevancia ha ido menguando por la consecución de los cambios, el desinterés por parte del público y la inclusión dentro de una marca ya completa de combates vistosos y de gran agilidad. Su actual representante Roderick Strong viste una corona sin reino al que gobernar, quedando como la reliquia preciada de Diamond Mine. El de Wisconsin es el último campeón de un linaje iniciado por gladiadores que se ganaron su lugar en la historia gracias al acuerdo de WCW con NJPW. Luchadores entrenados en Japón que podían trasladar a la audiencia americana las técnicas aprendidas y aplicarlas con antiguos compañeros. Estilos diferenciales a los vistos en el resto de la cartelera y extraño en una época donde la única forma de ver algunos combates era bajo asistencia o intercambio de VHS.
Sin embargo, la industria ha cambiado y se ha globalizado, haciendo posible gracias a internet el visionado en streaming de casi cualquier empresa del mundo. Además, los movimientos y estilos característicos se han mezclado por toda la card, creando superestrellas híbridas y dejando de lado esa unicidad del peso crucero.
La encarnación de este cambio viene de la mano de Joe Gacy, el personaje algo siniestro de NXT 2.0 que aboga por un mundo mejor, más inclusivo y equitativo para todos. Acompañado por Harland, un fortachón muy parecido a Michael Myers, se ha ganado la enemistad en el vestuario por sus palabras hacia Tommaso Ciampa y el propio Roderick Strong. La limitación de peso es discriminatoria, y tampoco permite que las mujeres compitan por él. Según lo declarado en las últimas semanas, su idea es convertirlo en un espacio en el que se brinden oportunidades sin requisitos ni normas que impidan el progreso. Siempre por un futuro mejor.
Una forma creativa y que ayuda a un talento en ascenso para resolver un problema arrastrado desde hace años. Porque más allá de contenido para WWE Network, 205 Live y la división crucero apenas ha tenido respeto dentro de la empresa. Se siente como una idea que al principio fue excelente en su versión de torneo anual, pero que acabó por convertirse en algo rechazable, aunque sin la voluntad de desprenderse de ello. Abandonado en la programación semanal para que muriese lentamente. A fin de cuentas, segmentar la plantilla por lo que marque la báscula es propio de otra época.
Por lo tanto, ¿cuál es el plan si estos rumores son ciertos? Retirar el campeonato sería la mejor opción, teniendo en cuenta que para tener un título secundario sin límite de peso ya está el Campeonato Norteamericano de NXT. En cambio, si buscan ofrecer variedad y entretenimiento con un cinturón abierto a cualquiera sin importar su género… será dentro de los estándares de WWE. No habrá luchas intergénero como tal, no serán combates igualados. Un buen ejemplo de ello sería el Reggie vs Sasha Banks.
Si esta noche es la última de Roderick Strong como Campeón Crucero de NXT, pueden saltar las alarmas en Diamond Mine. Sin su bien más preciado, con los tres estudiantes rindiendo a un gran nivel y dando pasos de gigante en cada aparición, solo necesitarían a Malcolm Bivens en esta nueva etapa. Strong y Hachiman quedarían en la cuerda floja, a merced de un posible despido para el primero y el abandono de su rol como figura televisiva y mero entrenador para el japonés.
La respuesta a todas las preguntas llegará cuando la campana marque el final del enfrentamiento en NXT WarGames y lo que decida Joe Gacy (si vence) hacer con su nueva posesión. Sea como sea, el fin de la división crucero de NXT era una muerte anunciada. Lo que todos desconocen –miembros de una pandilla improvisada y prácticamente inexistente– es si esta vez sí acabarán con su desconcierto.
Recuerda consultar TurnHeelWrestling para estar al tanto de las últimas noticias sobre WWE, AEW y demás compañías de Pro Wrestling, así como todo lo referente a UFC, Bellator y ONE en nuestra sección dedicada. Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales para no perderte ninguna de las novedades: Twitter, Facebook, Discord, YouTube, Twitch e Instagram.