Lo mejor y lo peor: AEW Full Gear 2019

Analizamos lo mejor y lo peor de AEW Full Gear 2019.

En los últimos meses estamos intentando traer después de cada PPV de WWE (y algunos de AEW) un análisis donde damos nuestra opinión personal sobre lo que creemos que ha sido lo mejor y lo peor del show. En esta ocasión hablaremos de AEW Full Gear. Si quieres refrescar la memoria y repasar lo ocurrido en el evento, puedes consultar aquí nuestra cobertura en directo.

Te recuerdo que no tienes por qué estar de acuerdo con lo dicho en este artículo, pero agradeceríamos que dejes tu opinión sobre el show en la caja de comentarios. Dicho esto, comencemos con lo mejor del show.

Jon Moxley vs Kenny Omega

Lo mejor y lo peor: AEW Full Gear 2019

Sin duda el combate de la noche. Estos dos luchadores se hicieron con el main event de Full Gear, y cumplieron con creces. Lucha hardcore, pero tampoco excesivamente violenta. Spotfest, pero también con momentos técnicos. Se dieron con todo, se dejaron la piel dentro y fuera del ring, y además literalmente.

Muy probablemente (o al menos así debería ser, tras quedarse Chris Jericho sin contendientes) Jon Moxley será el próximo retador al Campeonato Mundial de AEW. Está invicto, sigue conservando todo su carisma, ha conseguido esta gran victoria, y este renacer podría convertir a Moxley en un rival muy creíble que incluso pueda enfrentarse a The Inner Circle e incluso arrebatarle el título a su líder en un futuro próximo.

En cuanto a Kenny Omega, esta derrota no le va a perjudicar en absoluto. En primer lugar, al ser un combate sin sanciones, la derrota no figurará en sus estadísticas. Además, tras un combate tan disputado y tan brutal, su personaje sale de Full Gear muy reforzado. En caso de que surgiera un título midcard próximamente, Omega sería mi principal candidato para ser el campeón inaugural.

Se evitó el desastre

Uno de los momentos más preocupantes de Full Gear llegó en los primeros momentos del combate por el título mundial. Cody se abría una brecha en la frente al caer de cabeza contra la rampa en un Tope Suicida, y el combate sufrió una pausa considerable para que el retador fuese atendido. Fue una lástima, ya que el combate había empezado muy bien.

Por momentos pareció que Cody no estaba en condiciones de seguir, y que se había lanzado un audible desde producción para cambiar el rumbo del combate. De hecho, estoy casi seguro de que todo el camino hasta los spots finales fue pura improvisación llena de restholds y secuencias poco peligrosas debido al estado de Cody.

Sin embargo, en los últimos minutos pudimos ver a Cody en un estado bastante más favorable, y el combate terminó siendo más que decente. Se evitó la tragedia de tener que parar el combate o de pasar un mal trago como ocurrió con Undertaker y Goldberg, y pudimos ver una buena actuación por parte de ambos luchadores.

Por último, destacaré lo bien que gestionó Jericho los primeros instantes tras el golpe, manteniéndose dentro de su personaje con total naturalidad y sentándose en una silla metálica a esperar, mientras se mofaba de Cody.

Un turn heel perfecto e inolvidable

A pesar de lo bien que sacaron adelante el combate Jericho y Cody, el momentazo en todo este segmento fue el post-match. MJF, que había otorgado la victoria a Jericho tirando la toalla, provocaba que Cody no pueda retar al título mundial nunca más. Tras los lloros y la preocupación de MJF, Cody lo perdonaba a regañadientes, para luego recibir un golpe bajo de su amigo a cambio.

La ejecución fue perfecta. Por un momento el acting de MJF y Cody hacía pensar que el turn heel lo haría Cody movido por la frustración, y que el mejor y mayor heel de AEW pasaría a ser babyface definitivamente. Sin embargo, una vez Cody perdonó a MJF y se acercó a él para hacer que se levantase, se abrió la posibilidad… Y así fue. El golpe bajo fue muy bien ejecutado y vendido; como curiosidad, me recordó bastante al golpe bajo de Jericho a Michaels en WrestleMania XIX.

Así pues, MJF volvía a convertirse en el mayor heel de la empresa tras un período algo confuso actuando como tweener debido a la rivalidad de Cody, y Cody es aún más babyface si cabe. Veremos cómo se desarrolla la historia en las próximas semanas, porque puede convertirse en oro puro.

Sin más dilación, dejamos atrás lo mejor y pasamos a lo peor de AEW Full Gear:

PAC vs. Page

Quizá no era momento para llevar a cabo este combate. La rivalidad surgió por generación espontánea, ha carecido de sentido, y no era merecedora de un combate en PPV. Dos luchadores que deberían estar teniendo rivalidades y combates dignos de su nivel y carisma dentro de la empresa, se encontraron de repente en la parte floja del cartel y dieron un combate que dejó mucho que desear.

La lucha tuvo algunos momentos que metían al espectador en el combate por unos instantes, pero la siguiente secuencia pedía a gritos aprovechar para ir al baño o preparar café. En general, fue un combate demasiado pausado, lleno de secuencias bastante inconexas entre sí, y sin nada que destacar. Para más inri, el final llegó tras casi veinte minutos de sopor, y de manera totalmente anticlimática, en frío y sin ningún tipo de «crescendo».

A pesar de todo, el combate a nivel luchístico fue decente. Esperemos que AEW dedique más tiempo a sus historias secundarias de cara a futuros eventos.

Estructura de los combates y el evento

En el punto anterior hablaba de lo largo, pausado, innecesario y soporífero que fue el PAC vs. Page. Pues bien, digamos que ese fue el leitmotiv durante la primera mitad del evento. Y es que AEW Full Gear no fue un mal show al fin y al cabo, pero encuentro diversos problemas en su planteamiento.

En primer lugar, algunos de los combates no se sentían en absoluto merecedores de tener lugar en un evento PPV que, recordemos, cuesta 50 dólares verlo en directo. Spears vs. Janela tenía poco build y poca probabilidad de dar la talla, en todo caso podría haber funcionado bien en el Buy In. Además, Page vs. PAC se sintió poco planeado y fue decepcionante.

Por otro lado, la eterna duración de algunos combates fue totalmente innecesaria. El opener, que fue el combate entre The Young Bucks y Santana & Ortiz, duró más de 20 minutos. Page vs. PAC, que fue el tercer combate de la noche, duró cerca de 20 minutos. Moxley vs. Omega, a pesar de su calidad, duró casi 40 minutos. Algo falla, ya sea la para mí excesiva duración de algunos combates, o su posición en la cartelera.

Son detalles que muchos de los que vemos WWE criticamos en los PPV y cuya ausencia valoramos en los TakeOver de NXT. A veces es mejor que el show principal dure una hora menos y tenga cinco combates en lugar de siete. Que dichos combates parezcan importantes y no relleno. Y que se mantenga al espectador despierto y sintiendo que ha disfrutado en todo momento por lo que ha pagado.

La división femenina

Antes que nada, diré que el combate entre Riho y Emi Sakura superó con creces mis expectativas. Era uno de los combates que menos me ilusionaban, y sin embargo me resultó muy entretenido y ameno. Sin embargo, sigo pensando que la división femenina de AEW sigue siendo su punto más débil ahora mismo.

Sin Kylie Rae en el plantel, se ve a la legua que AEW ha perdido a la que iba a ser la cara de la división. Riho se convirtió en campeona por sorpresa y por fin empieza a dar la talla, pero AEW sigue sin saber gestionar la situación. Por un lado Hikaru Shida, que prometía ser protagonista en la división femenina, tiene cero relevancia ahora mismo. Britt Baker ha estado dando un nivel bastante decepcionante y alejado de las impresiones que me dio en Double Or Nothing, y Bea Priestley necesita mejorar. Mientras tanto, luchadoras como Allie o Nyla Rose siguen desaparecidas.

Parece que Awesome Kong podría terminar retando a Riho por el título, pero a partir de ahí, no parece haber manera de reforzar o dar relevancia a la división. Si AEW no quiere dar protagonismo a su plantel actual, debería conseguir un par de fichajes de renombre.

Conclusión

AEW Full Gear 2019 fue un evento que quizá duró demasiado en relación a lo que tenía que ofrecer. La primera mitad del show me pareció que este iba a ser el PPV más flojo de AEW hasta el momento, con diferencia. Sin embargo, los tres últimos combates me parecieron muy buenos, dieron muchos grandes momentos, y subieron bastante la media del show.

Esperemos que AEW aprenda poco a poco a nivelar la calidad de sus shows semanales y sus PPVs, ya que este evento tuvo muchos momentos dignos de un programa semanal, mientras que en AEW Dark hemos podido ver combates mucho mejores y dignos de formar parte de un cartel de PPV.

Con este evento, AEW demostró que, como es lógico, tiene sus defectos. Pero también demostró que está aquí para quedarse y para ofrecer historias y combates de gran calidad como alternativa al producto mainstream y de momento indestructible que es WWE.

NOTA: 7/10

¡Gracias por leer ‘Lo mejor y lo peor: AEW Full Gear 2019’, nos vemos en Monday Night Raw!

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