Tras su derrota en All In 2025, Kenny Omega reconoció que su cuerpo ya no responde como antes y que cada combate podría ser el último.
Kenny Omega perdió el Campeonato Internacional de AEW en All In 2025 tras caer ante Kazuchika Okada, y la preocupación por su estado físico no tardó en crecer. Diagnosticado previamente con diverticulitis, el canadiense confesó que ya no está en condiciones de mantener un calendario regular y que debe ser muy selectivo con sus apariciones.
En una entrevista con el Wrestling Observer Newsletter, Omega fue claro: «Cada combate tiene que contar, porque los que no significan nada… me están quitando lo poco que me queda», declaró. También aseguró que intenta no quedar expuesto frente al talento más joven, ya que eso lo haría destacar negativamente, algo que prefiere evitar.
Omega explicó que sufre adherencias internas que le provocan dolores intensos, dificultad para respirar y síntomas similares a los de una gripe fuerte, sobre todo tras realizar esfuerzos físicos intensos. “Después de un combate necesito casi una semana en cama, sin energía, sin poder moverme. Esa es la parte que más me asusta”, confesó. Afortunadamente, destacó que AEW respeta sus tiempos y su salud. A día de hoy, el futuro de Omega en la lucha libre es incierto, pero lo que le queda, según sus palabras, quiere que sea significativo.
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