El torneo The Last Time Is Now refleja la meritocracia que John Cena quiere dejar como legado.
John Cena dejó claro en First Take que su despedida no estará guiada por la nostalgia, sino por la oportunidad. El 16 veces campeón explicó que no quiso elegir personalmente a su último rival, porque su carrera comenzó precisamente gracias a un golpe de suerte: debutó cuando El Undertaker cayó enfermo, y aquella “oportunidad aleatoria” definió su filosofía dentro del negocio. Para Cena, WWE funciona como una meritocracia, y su combate final debía honrar ese principio.
Por eso nació el torneo Time Is Now, que reúne a superestrellas consolidadas y a nombres inesperados para ganarse el derecho a enfrentarlo. “No quiero enfrentar a nadie en particular; quiero que lo ganen”, dijo, subrayando que su retiro no se trata de preferencias personales, sino de dar un escenario auténtico para que otros brillen. Para él, la esencia del wrestling está en ganarse el puesto, no en recibirlo por decreto.
Cena considera que “retirarlo” es una oportunidad especial que debe conseguirse en el ring, no por elección privada. De este modo, su adiós se convierte también en un gesto hacia la próxima generación: un paso del testigo construido sobre esfuerzo y competitividad, exactamente como él quiere ser recordado.
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