Las luces se preparan para sus entradas. Es el evento principal, el main event, una lucha entre dos insignias por determinar al verdadero campeón de la empresa. Major League Wrestling (MLW) renació cual ave fénix en 2017 para hacerse un hueco en un mercado opacado por la imperial WWE, y en esa noche del PPV Fightland 2021 Court Bauer intentaba ascender unos escalones más en popularidad. Sus armas, el Campeón Nacional de Peso Abierto, Alex Hammerstone, y el Campeón Mundial de Pesos Pesados, Jacob Fatu.
Inaugura la presentación Hammerstone bajo el rojo y amarillo de los focos. Viste de blanco, haciendo que su campeonato reluzca y se aprecie mejor el oro de su cintura. Una figura intimidante de grandes músculos y barba y pelo rubios alargados, que espera a su contrincante con tranquilidad, poniendo sus gafas de sol al locutor en una broma inocente. Mientras se estira en las cuerdas, llega el otro titán de la contienda.
Miembro de CONTRA Unit, organización encargada de la insurrección y el terrorismo alrededor del mundo. Se muestran en la pantalla imágenes de sus operaciones intercaladas con lo más exótico de Oriente, con cuatro banderas de la formación haciéndole un pasillo en el escenario. Primero entra Joseph Samael, cabecilla de todo el entramado y quien ha convertido a esta bestia samoana en el dueño y señor de MLW. Cubierto con otra bandera, en su cintura porta una tela con motivos florales que le sirve de falda; en el cuello, un collar de anzuelo maorí, propio de Polinesia; al hombro, la pieza de oro más grande de toda la compañía. No es tan imponente en músculo como su adversario, pero tampoco se queda atrás con su actitud amenazante. Samael avisa a los asistentes de lo que van a ver, entretanto Fatu se regocija del apoyo local.
Con ambos en el ring y con la señal del árbitro para que comience el encuentro, el público se divide. Ambos luchadores se miran frente a frente, y con cada cántico miran a izquierda y derecha como en ese Hulk Hogan vs The Rock de WrestleMania X8. No es casualidad, pues ambos tienen destellos de aquellos gladiadores que una vez dominaron el wrestling profesional: Hammerstone en sus numerosos guiños a lo largo de su carrera, Fatu en ser uno de los rostros más reconocibles del momento de la familia Anoa’i junto con Roman Reigns y los Uso.
Lo más sorprendente para los neófitos es la agilidad de Jacob Fatu, que realiza movimientos propios de luchadores de peso crucero a sus 280 libras (127 kilos). Moonsault, Springboard Moonsault, Handspring Moonsault, Coast To Coast con una silla, Senton Bomb, Suicide Dive entre las cuerdas. No es una técnica extraña, pues la ciencia avala que la colisión es mayor si la gravedad está en el cálculo. Hammerstone es incapaz de sobreponerse a la estrategia y cambiar el peso del match, con el Campeón Mundial de Pesos Pesados controlado ya sea en el ring o en los aledaños.
De Alex Hammerstone solo se puede decir que es un gran golpeador y un espléndido púgil absorbiendo leñazos. Sin descalificación para decidir el próximo gran campeón, Samael lo apuñala en la garganta, aun así es capaz de levantarse para seguir luchando, y resiste los empujes hacia las sillas colocadas en las esquinas para que choquen con su testa o un tremendo Piledriver en el apron. Debilitado en los extremos, aunque capaz de conectar derechazos, uppercuts y rodillazos a la ‘Samoan Smashing Machine’, su terreno en este combate es el centro del ring con unos cuantos movimientos, como esa Claymore o su finisher el Nightmare Pendulum, del que Fatu escapa. Sin embargo, donde más destaca es en su comeback casi al ritmo de la Hulkamania.
Tras dominar en gran parte del encuentro y resistir los envites de su enemigo, Jacob Fatu saca una mesa con ayuda de Joseph Samael –todo legal– y coloca a Hammerstone sobre ella cubierto con una bandera de CONTRA. Impacto directo del imbatido campeón absoluto de MLW en un moonsault que solo llega a dos, con el otro poseedor del oro durante más de dos años reaccionando a la provocación reuniendo fuerzas.
Zarandeando su cabeza y recordando su misión de acabar con la banda desestabilizadora, saca el dedo para señalar a Fatu. «You!», clama el público eufórico. El rubio para los golpes del samoano, responde con tres derechazos y un clothesline al sprint que lo tumba. La combinación no es suficiente y el miembro de CONTRA se levanta en un kip-up, que sorprende al Campeón de Peso Abierto. No obstante, reacciona rápido. Contraataca con un powerslam y lo carga sobre sus hombros para ejecutar un TKO, incapaz de lanzar su Nightmare Pendulum dolorido de su tobillo izquierdo. Los asistentes cuentan al unísono las palmadas del árbitro. Uno, dos… ¡tres!
Uno acaba, otro se inicia y otro prosigue. El reinado del terror ve su fin de la mano de Alex Hammerstone y se coloca en la cúspide, como referente definitivo de MLW y de su futuro en los próximos planes. Gran trabajo de Jacob Fatu a pesar de la derrota, llevando el peso del combate y quien más ofensiva mostraba; nada fue eficaz para que la cuenta de tres fuese para él. El campeón más longevo de la batalla perdura, pero frente a sí tiene una montaña difícil de escalar: lograr que la empresa ascienda para convertirse en una opción real entre los fanáticos.
Habiendo dejado el Campeonato de Peso Abierto vacante –ahora en posesión de Alex Kane– y con MLW Azteca como segundo programa más exótico y centrado en la lucha libre mexicana –con tintes de Lucha Underground, de ahí la presencia de Darío Cueto–, Court Bauer encamina 2022 bajo una demanda a WWE por «socavar la competencia y monopolizar el mercado» que le puede costar la viabilidad de su proyecto. Estará todo por ver, pero sin duda Major League Wrestling ha lanzado su candidatura al mundo y será una empresa que mantener bajo el radar durante los próximos doce meses.
El combate está disponible en el canal de YouTube de MLW y puedes verlo gratis aquí.
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