Game Changer Wrestling unió a sus mejores luchadores para una enorme causa
Tras los últimos acontecimientos que han venido afectado a un gran número de países, la lucha libre también se ha visto afectada por esto, especialmente, la lucha libre independiente. Las recientes cancelaciones de eventos de gran calibre, tales como WrestleCon, han provocado que muchos promotores y luchadores estén detenidos. Es por este fenómeno que algunas empresas indepentiendes están en la búsqueda de oportunidades para que los luchadores desempleados puedan sobrellevar esta crisis mundial.
Una de las empresas que ha decidido incursionar en luchas sin público es GCW. La empresa, con sede en New Jersey, abrió un espacio en la plataforma de crowfunding Indiegogo y lograron recolectar US$ 12.000, una cifra que superó en un 241% la meta inicial de US$ 5.000. Además, el evento presentó la segunda edición de el torneo The Acid Cup, que fue hecho para conmemorar al fallecido luchador Trent Acid y se celebró en dos noches consecutivas.
El show
La importancia de este evento reside en que su única edición se había celebrado en 2016, es decir, tuvieron que pasar cuatro años para que dicho evento volviera a ver luz. Acá es donde surge lo novedoso y el interés de muchos fanáticos por presenciar este evento. Es importante también mencionar que el show contaba con figuras como Nick Cage, Blake Christian, Chris Dickinson, Joey Janela, entre otros talentos frecuentes de la empresa. Y, lo más importante, los fieles fanáticos de Game Changer Wrestling que permitieron que los participantes del evento puedan sostenerse por un buen tiempo.
Todos estos elementos nombrados con anterioridad fueron los motivos principales para que los dos días de The Acid cup fuera un completo éxito. Lograron conglomerar las características principales de un show de Game Changer Wrestling: Combates entretenidos y otros llenos de comedia. Fue interesante ver, por ejemplo, cómo siguen manejando la rivalidad entre Nick Cage y el stable de Rickey Shane Page, 44OH. Esta enemistad fue notable en las dos noches y deja expectante al fanático frente a la manera en la que seguirán mostrando esta storyline.
Lo mejor de The Acid Cup
Por otro lado, las actuaciones más interesantes fueron la de Blake Christian, Chris Dickinson y Jordan Oliver. Estos 3 sujetos dieron las luchas más interesantes y dinámicas de los dos espectáculos (cabe destacar Christian vs. Oliver, Dickinson vs. Allie Kat y Dickinson vs. Christian). Gracias a la calidad de estos hombres en el ring el show se hizo más entretenido.
Para finalizar, hay que mencionar esa cereza del pastel, ese toque único y dinámico que GCW ha tenido: la comedia. Hace unos meses habían mostrado a dos luchadores invisibles, suena estúpido, pero el combate se hizo tendencia por la creatividad usada en esta. Este año aparecieron con una estipulación bastante curiosa donde Joey Janela y Jimmy Lloyd tendrían que luchar a una distancia prudente; una manera bastante divertida de mostrar el problema salud referente al Coronavirus. Fue la mejor lucha de todo el show y una de las mejores del año (en contenido humorístico). La creatividad usada fue única y es realmente divertida la narrativa en el ring, la manera en la que tratan de evadir cualquier contagio y los movimientos, que llegan a ser estúpidos, pero ofrecen un dinamismo interesante en estos momentos donde necesitas sacar una sonrisa.
Tampoco se puede dejar atrás el tan famoso Clusterfuck Battle Royal. En esta edición, se pudo ver spots muy divertidos (como la supuesta presencia de el cantante Pitbull y John Cena) y permitieron extender toda la comedia vista con anterioridad. Desafortunadamente, su efecto a largo plazo no fue el mismo ya que la dinámica fue mucho más lenta y constantemente se tornó aburrida. Los distintos luchadores que se vieron complementaron la diversión de la lucha entre Lloyd y Janela (hasta un miembro del staff ingresó) y permitieron que la comedia complementara las luchas del torneo.
Conclusión
Una de las empresas independientes de lucha libre más importantes de la actualidad surgió con una idea estupenda en medio de la necesidad. Funcionó en un momento donde los shows serán limitados y los luchadores de la escena indie no pueden resistir económicamente. No fue el mejor de los eventos, cabe mencionarlo, pero ofreció una variedad luchística que hizo más orgánica la manera en la que GCW trabaja sus shows.