El virus COVID-19 pone en jaque el mundo del wrestling.
Si hay algo que no esperaba es estar, a estas alturas, discutiendo si el mayor evento del pro-wrestling a nivel mundial se va a celebrar. WrestleMania 36 está en absoluta duda por culpa de un virus que azota el mundo y el wrestling no está exento, por más que WWE y las autoridades de la ciudad que actuará de sede, Tampa (Florida), se empeñen en negar la mayor. Pero es que esto nos lleva a una reflexión aún más profunda. Algo que ataca directamente a las características inherentes al wrestling. Hablamos de ese aura de un Show Non-Stop.
Porque si algo es característico en el pro-wrestling, es que es una maquinaria que se mantiene en marcha los 365 días del año. Dentro del mundo del wrestling, evidentemente está WWE que no para nunca, pero es que también hay otras muchísimas promociones independientes y cuando para una, siempre hay otra para rellenar ese vacío y hacer que de una forma u otra el aficionado al wrestling esté siempre saciado.
No obstante el Covid-19, también conocido como Coronavirus, es la primera amenaza a este paradigma al que ya estamos acostumbrados. La cancelación o aplazamiento de todos los shows de wrestling que se iban a disputar esta semana es solo el principio y parece que, durante un par de meses, esto se convertirá en algo habitual.
De momento, solo WWE y AEW resisten y han decidido continuar con la emisión de sus shows (aunque a puerta cerrada). No obstante, es cuestión de días que estas situaciones se conviertan en insostenibles y se acabe cerrando la puerta de forma drástica a esa posibilidad.
Los luchadores, que por supuesto están tan expuestos al virus como los aficionados, imagino que no estarán demasiado convencidos con el hecho de que ellos tengan que seguir exponiéndose de forma semanal (ya sea a otros compañeros, producción, staff, etc) y acabarán por pedir que se suspendan los shows mientras que la situación no mejore. Por mucho que el dinero impere en este negocio como en tantos otros, la situación será la que determine las acciones que las empresas de wrestling tendrán que tomar en los próximos meses.
Todos pierden
Aquí las pérdidas son para todos. Ninguna empresa se va a salvar de la catástrofe económica que esto puede suponer si se alarga en el tiempo. Ni un mastodonte corporativo como WWE, ni una startup en crecimiento como AEW, ni las pequeñas y medianas promotoras de wrestling. Será una hecatombe difícilmente recuperable a corto plazo. Los luchadores independientes serán los peor parados, puesto que la cancelación de shows va a suponer una falta de ingresos para muchos de ellos. En WWE, AEW e incluso algunos en ROH e Impact, lo sufrirán menos pero sin duda nadie va a salir indemne de las circunstancias actuales.
El fanático evidentemente pierde esa fuente inagotable de entretenimiento que era el wrestling: ni en EEUU, ni en México, ni en Japón, ni en ninguna otra parte hay visos de poder ver wrestling en un plazo mínimo de 15 o 20 días, que podrían prorrogarse aún más, dependiendo de la propagación del virus.
Además de eso, si nos centramos en el la semana de Wrestlemania, vemos como todos los eventos relacionados con el wrestling que se iban a celebrar en el área de Tampa están supeditados a lo que ocurra con el magno evento de WWE. Si la empresa de los McMahon decide aplazar o suspender la trigésimo sexta edición de Wrestlemania todos esos eventos (que en algunos casos ya se han cancelado) estarán definitivamente avocados a la suspensión. Lo que redunda en lo que hemos comentado líneas más arriba, pérdidas irreparables para wrestlers, promotores y promociones.
Futuro incierto
Una vez que nos recuperemos de esta pesadilla, que lo haremos, las empresas tendrán que empezar a replantear sus calendarios y estrategias, para tratar de volver a la normalidad. En algunos casos eventos especiales como el propio Wrestlemania o Blood & Guts tendrán que encontrar una nueva fecha para ser realizados, con los consiguientes cambios en las storylines. Eso supone echar por tierra el trabajo de muchos meses de planificación en algunos casos, lo que puede ser muy frustrante para creativos, luchadores, etc.
En definitiva, el wrestling y el mundo en general se enfrentan ahora a unas circunstancias nunca antes vistas. Ante eso, a aquellos que hayan comprado entradas para cualquier evento cancelado, les pido paciencia. Paciencia con las compañías, que están tratando de barajar la situación lo mejor que pueden.
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