Si hay algo que diferencie a Thunder Rosa del resto de sus compañeras en All Elite Wrestling –además de su talento sobre el ring, su estilo y su presencia– es el apoyo de los fans desde el primer segundo. Conocida antes de su primera aparición en la empresa de Tony Khan por su paso por Lucha Underground y NWA, donde ya demostró que puede sostener el campeonato principal en un reinado largo, su espíritu enérgico traspasa la pantalla y atrapa al espectador.
Portando media cara con pintura facial del Día de los Muertos, representando su renacimiento tras una conmoción que casi la aparta del wrestling y honrando a su abuelo que falleció de un ataque al corazón durante un show al que había asistido, se ha ganado el contrato regular dentro de AEW y el derecho a ser quien arrebate el campeonato a Britt Baker en un futuro próximo. Y si ese no es el plan, que al menos se alce con este torneo por el Campeonato de TBS.
La división femenina pide a gritos más exposición, más oportunidades y unas historias iguales a las del resto de luchadores del vestuario. Ceñidas a un combate por programa –sin contar AEW Dark y AEW Dark Elevation– en el que el amplio roster apenas tiene tiempo de brillar, sería un error no dar este paso con Thunder Rosa a la cabeza.
Con nombres consolidados como Hikaru Shida, Serena Deeb, Ruby Soho, Jamie Hayter o Kris Statlander y aquellas que progresan poco a poco como Tay Conti, Red Velvet, Jade Cargill o Leyla Hirsch, el vestuario es mucho más capaz de afrontar los retos que se le privaron hace un año por falta de experiencia en televisión. Asimismo, los intentos de hacer ver a las luchadoras como igual de capaces a base de torneos en solitario o por parejas emitidos a través de YouTube han sido en vano, pues se entiende más como un contenido secundario o añadido más que uno imperdible y digno.
El Unsanctioned Lights Out Match que tuvo contra Britt Baker sentó las bases de lo que puede ser capaz, dando un gran espectáculo y cumpliendo con el objetivo marcado: ganar, pero elevando hasta el infinito a la dentista. Cuatro meses después, y como si de un jugador de fútbol se tratase, TK ejecutó ‘la cláusula de rescisión’ y anunció su fichaje con la ya habitual imagen en redes sociales. No hubo mejor regalo de cumpleaños.
Si hay un momento para dar ese salto con Thunder Rosa a la cabeza es este, ya sea como la campeona principal o secundaria. Actualmente en las semifinales con la todopoderosa e imbatida Jade Cargill como rival, la contienda se presenta como una dura empresa, pues hace dos meses sufrió una dura derrota contra ella y Nyla Rose en una triple amenaza en AEW Rampage. De vencer, se enfrentaría en la final a la ganadora del combate entre ‘La Bestia Nativa’ y Ruby Soho o Kris Statlander.
El resultado en estos dos enfrentamientos no debería preocupar en caso de que continúe en la senda del oro. Lista para verse las caras una vez más con Britt Baker, esta vez con el título en juego y con AEW Battle Of The Belts como escenario principal. El 8 de enero, dentro de esta narrativa, supondría el inicio del reinado de Rosa y el fin de la DMD Era con 223 días a sus espaldas. De no ser así, la batalla por dignificar la situación del roster femenino vendría como Campeona de TBS, siempre y cuando ambas no compartan el mismo espacio en pantalla.
Por otro lado, ¿es esto lo que quiere Tony Khan? Teniendo en cuenta que Britt Baker está funcionando mejor que la anterior poseedora del cinturón Hikaru Shida –a quien devoró incluso estando lesionada a base de pequeñas apariciones–, la duda es si optar otra vez por el arquetipo de ‘campeona batalladora’ mantendría el nivel. Es innegable que Thunder Rosa es una de las mejores sobre el ring del talento de mujeres, aunque al micrófono genera dudas sobre si sería capaz de sostener durante varios minutos un segmento o una entrevista con Tony Schiavone.
La de Tijuana puede caer en el mismo tratamiento dado a la excampeona japonesa, que al no estar cualificada para la posición –y teniendo solo un combate/segmento dentro del programa– prefieran dar más minutos a alguien con un personaje más desarrollado y que sepa interactuar con el público. El modelo de AEW es de gimmick sobre wrestler en el bookeo de la división, pero tal vez se deba a que no han encontrado a la pieza adecuada. Thunder Rosa cumple todos los requisitos, y podría ser quien marque el ritmo para que el resto marche.
A AEW se le ha juntado el hambre con las ganas de comer, y ante una Britt Baker que comienza a quedarse sin rivales, reavivar el feudo para volver a demostrar la capacidad de ambas y producir el cambio titular puede ser la clave de cara a ofrecer más tiempo en pantalla a las mujeres. De ser así, Cargill, Rose, Soho o Statlander serían unas perfectas campeonas para el midcard, ofreciendo un escalón intermedio del que impulsarse hacia la presea máxima cuando estén preparadas.
Desde su cambio a heel, la dentista se ha impuesto con el mejor personaje de las 22 (23 con Brandi Rhodes) luchadoras que conforman el elenco femenino. Sin duda, la as que necesitaba Tony Khan para sentar las bases. A pesar de haberse convertido en un must-see cada vez que hace acto de presencia, in ring se ha visto superada por las últimas adquisiciones y regresos. El legado que dejará será grande, demasiado para cualquiera que la suceda. Será difícil estar a la altura: no para la mexicana.
Es su momento, es el momento de Thunder Rosa, y no hay nadie más capacitada para romper el techo de cristal que ella. Agallas no le faltarán. Calidad tampoco.
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