WWE volviendo a despedir a luchadores. Ya estamos acostumbrados, ¿para qué mentir? En esta ocasión han sido Karrion Kross, Scarlett, Keith Lee o B-Fab, pero hace noventa días fueron otras trece superestrellas diferentes (entre ellas Bronson Reed, Bobby Fish, Mercedes Martínez…). Nos encontramos en un ciclo continuo en el que no podemos saber si nuestra superestrella favorita, que hoy puede estar luchando ante Roman Reigns por el Campeonato Universal, mañana se encuentra despidiéndose de sus compañeros porque ha recibido un miserable correo electrónico que le indica que el próximo viernes no ha de volver al curro.
Y si a nosotros, como espectadores, nos jode que ocurran este tipo de cosas, ¿qué pensará la persona que ha estado dedicando su vida para trabajar en una compañía que ahora le echa de una patada en el trasero? Por mucho que, sí, puedan encontrar su lugar en otra compañía (véase el caso de IMPACT Wrestling o All Elite Wrestling), ¿qué pasa con superestrellas como B-Fab? Superestrella ‘made in WWE’ que apenas tiene un par de años de experiencia y que había debutado hace un mes. Un mes. Y ahora tendrá que esperarse tres meses para volver a subirse a un encordado; algo que, te lo anticipo, no le va a beneficiar.
Por supuesto, todo esto tiene una explicación fácil. WWE es un dios olímpico y se encuentra, valga la redundancia, en el Olimpo, en su lugar privilegiado sobre todos los humanos. Desde ahí, éste observa a diferentes guerreros que están luchando duramente para ocupar un sitio en el Olimpo y ve, además, que cada vez más gente les sigue y les apoya en su camino hacía la cima (el mejor de ellos, el joven All Elite Wrestling). Es por eso que nuestro querido dios, en su infinita bondad, arroja alguna de sus armas – en este caso, luchadores – desde las alturas cada cierto tiempo para que estos guerreros puedan mejorar su arsenal y presentar mejor batalla.
No obstante, no todas estas armas están hechas del mismo material. Algunas están hechas de un material duro y muy difícil de romper, mientras que otras son frágiles y tal vez, después de su caída, ya no puedan ser utilizadas de nuevo. Pero, ¿qué más le da a WWE? Total, él sigue sentado en su cómodo trono con la mente totalmente tranquila, pensando en cuales serán las próximas armas que les lanzará a los guerreros.
Ya hablando fuera de la metáfora, WWE sabe que puede mantener a todos – bueno, la mayoría – en el roster. Tiene recursos más que suficientes para hacerlo, así como también la opción de organizar el elenco de tal forma para que todas las superestrellas aparezcan más o menos de manera regular y con una importancia que puede variar al largo del año. Ahora bien, los directivos pasan completamente de hacerlo. Es mucho más fácil quedarte con aquellos que te gustan, venden y no te dan dolores de cabeza.
Esta, aunque puede no gustarnos, es la filosofía de Vince McMahon y de WWE en general. Haces lo que pedimos, vendes una cantidad razonable de mercancía y no presentan problemas, te quedas; incumples alguna de estas tres cosas, pues igual te largas a la calle, que así me ahorro tu salario y puedo ganar un 0,1% más al año, que para un multimillonario de 76 años nunca viene mal. ¿Quién te conoce, Descartes?
Ahora sentémonos a mirar a aquellos guerreros que han recogido valiosas armas (Bobby Fish, Aleister Black, Miro…) que WWE ha lanzado, así como también las que aún están cayendo a la tierra como pueden ser Windham Rotunda (Bray Wyatt), Killer Kross (Karrion) o Keith Lee, Y ojo, no vaya a ser que nuestro amado dios se aburra en un mes de sus preciadas Seth Rollins o Drew McIntyre, que igual también las lanza. Visto lo visto, no me extrañaría.
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