Andy Roberts actuó como guardia de seguridad en uno de los segmentos de The Bloodline.
Toda la historia que rodea a The Bloodline se ha convertido en lo más popular en todo el negocio del wrestling, ya no solo en la actualidad, sino en la última década. Se han dado segmentos en Friday Night SmackDown que han contado con giros inesperado en la historia y, en muchas ocasiones, hay personas que tienen el privilegio de ver muy de cerca estos momentos.
Andy Roberts, luchador independiente en Reino Unido, actuó como miembro de seguridad en el segmento de The Bloodline del episodio de SmackDown del 30 de junio en el O2 Arena de Londres. Este segmento terminó con los cuatro miembros de la facción involucrados en un ‘brawl’ en el que la seguridad también estuvo envuelta. Roberts habló en My Love Letter To Wrestling sobre su experiencia:
Todo el mundo trabaja en el mundo independiente con la intención de luchar para las mayores empresas del mundo. Recibir un correo electrónico en el que te invitan a venir a hacer algo así es increíble. Me alegré de venir y que pasara lo que tuviera que pasar. Sólo quería disfrutar de la experiencia. Con WWE, tienes que tener el visto bueno de los médicos para poder luchar. Tuvimos que hacer todo el papeleo y ver a los médicos.
Después, todo se reduce a relajarse en la sala de extras. William Regal tenía algo de tiempo libre, así que nos llevó a un lado para charlar y responder preguntas durante un par de horas, lo cual es genial. Es una forma de pasar el tiempo y tiene muchas cosas que contarnos. Quiere que a los luchadores británicos les vaya bien. Estuvimos sentados con él un rato. Michael Hayes se acercó y dijo: «Id a la furgoneta de atrezzo y coged algunas camisetas de guardia de seguridad».
Todo el mundo empezó a caminar en silencio hacia la parte delantera de la cola porque era como, ‘si sólo hay tres camisetas, me pelearé con la gente’. Luego nos pidieron que esperáramos hasta que nos llamaran para entrar en la reunión de producción. Para mí fue muy interesante ver cómo lo planifican y ver lo parecido que es a si estuviéramos en un ayuntamiento delante de 100 personas planificando un segmento. Es exactamente lo mismo.
Todo se me pasaba por la cabeza, pero tuve que decirme a mí mismo: «Disfrútalo». Sé que puedo vender movimientos, no solo como luchador, sino de la forma que necesiten. En ese entorno, necesitan que sea un guardia de seguridad. No voy a vender como un luchador, voy a vender como si fuera la primera vez que me patea la cara un samoano de 240 libras.
The Bloodline se encuentra en pleno proceso de destrucción y todo indica que Roman Reigns tendrá que defender el Campeonato Universal Indiscutido de WWE ante Jey Uso, algo que recuerda a los dos enfrentamientos que ya tuvieron en 2020, concretamente en Hell in a Cell y en Clash of Champions.
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