Bryan Danielson explicó que el estilo AEW y su familia fueron decisivos para firmar su último contrato.
Bryan Danielson contó sin filtros qué lo llevó a cerrar su etapa en WWE y apostar por AEW. En conversación con Chris Van Vliet, el American Dragon recordó que la pandemia lo obligó a replantear su vida. Con dos hijos en casa, la idea de volver al calendario de WWE —jueves a lunes, house shows y giras constantes— dejó de tener sentido. AEW le ofrecía justo lo contrario: trabajar solo los miércoles y más tiempo para ser padre. “No quería hacer ese calendario nunca más”, reconoció.
El otro motor fue puramente competitivo. Danielson quería comprobar si aún podía rendir al nivel que veía en Dynamite. Una imagen lo marcó: Cody Rhodes y Penta en la tercera cuerda, cerrando con un Frankensteiner que lo dejó pensando si todavía podía luchar a ese ritmo. Ahí entendió que su siguiente contrato debía ser un desafío real, no un retiro lento. AEW le permitía volver a su esencia: lucha intensa, menos millas de viaje y libertad creativa.
Danielson sabía que firmaba el último contrato de su carrera activa y no quería hacerlo por comodidad. Su salida de WWE no tuvo nada que ver con dinero ni rencor; fue una decisión de vida. Eligió proteger su cuerpo, estar con su familia y exprimir sus últimos años en el ring con el estilo que lo hizo amar este negocio.
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