Decía Platón que el alma del ser humano se representa con un auriga comandando dos caballos alados. Bron Breakker está en esa posición desde su debut frente a LA Knight (ahora Max Dupri) en NXT 2.0, intentando que el caballo negro, ese que alimenta su sed de venganza y deseo, no le conduzca hacia donde su razón no quiere. El caballo blanco, en cambio, ese que es más justo y menos temperamental, el que le ayuda a procesar los aprendizajes en cada derrota, es la cordura necesaria para no terminar donde sus enemigos quieren. Sin embargo, poco a poco se ha ido girando hacia el camino que marca el corcel lóbrego, reflejado esta semana tras su feudo con Joe Gacy y la nueva trifulca iniciada con Cameron Grimes. En otras palabas, su mente está gobernada por las emociones en vez de por la sabiduría.
Su presentación acabó como el mensaje de John Cena a Kurt Angle, con mayor entusiasmo que experiencia, trampa en la que LA Knight cayó penosamente. Una de las virtudes de un powerhouse es el uso de esa rabia, ese fuego interno, pero Bron Breakker es todavía joven para controlar su caballo negro. Su ímpetu le llevó a cometer errores en su primera oportunidad titular contra Tommaso Ciampa y a estar perdido en la triple amenaza en la que Dolph Ziggler se convirtió en campeón. No obstante, supo sobreponerse a los pronósticos a base de golpes en la mesa, a base de fuerza bruta y espíritu combativo, igual que superó a Duke Hudson en el show de esta semana. Platón estaría de acuerdo que si un sofista elevase su discurso cada vez más, con sus falacias y demagogias, la reflexión de un verdadero filósofo no puede contraargumentar. A menos que juegue con ello.
Es lo que vio Joe Gacy, y del resquicio abierto quiere aprovecharse Cameron Grimes, ahora que no tiene nada que perder tras pasar a ser excampeón Norteamericano. La decisión de ocultar su apellido real –o canónico, Steiner– ha sido lo primero que le ha reprochado su futuro rival de cara al especial The Great American Bash. En ese juego de sentimientos terminó escaldado el misterioso ‘hombre de paz’ rodeado de su séquito de ¿druidas?, rompiendo el alma de la cara de NXT 2.0, pero la resolución fue a través de un Breakker más emocional que nunca. Doble ración de rabia para retener el Campeonato de NXT en In Your House. Si Grimes, hundido en el pozo de su miseria, acierta a punzar un poco más el alma del campeón, dejará el paso abierto para el siguiente que llegue y avivará al trotón negro en su intento de rebeldía.
¿Apollo Crews dinamitando al Bron Breakker face?
Curiosamente en este mismo semanal se ha presentado el personaje, en construcción, de Apollo Crews. Casualmente, alguien que no reprime su mal genio ante un cliente descontento, usando una fuerza desproporcionada en un asunto que no le incumbe. Tal vez este reformado luchador de origen nigeriano, que deja su bufanda verdiblanca en el vestuario y opta por un atuendo más macarra, sea el rival definitivo para que Bron Breakker dé el salto al otro lado del espectro en su papel sobre las doce cuerdas. Crews ha quedado encandilado con la recepción del público de NXT 2.0 y, al igual que hizo Dolph Ziggler, en algún punto dará el salto a la escena titular. La ambición será fuerte en él, por lo que no debería ser extraño que teja una fina tela de araña para que el campeón caiga como lo ha hecho en todas estas ocasiones.
Apollo Crews puede ser quien dinamite al Bron Breakker face, suelte al caballo blanco para que se regocije en un turn heel como dictaba el canon de la NXT previa a los grandes nombres de la escena independiente: coronación face, destrono heel. Gran parte de su éxito estará en ese paso, adquiriendo una actitud que le ayudará a perfeccionar su faceta como powerhouse y ganarse un puesto en lo alto del roster principal cuando dé el turn face. Salvando las distancias y sabiendo que cualquier comparación es odiosa, recuerda mucho a su tío Scott Steiner, a su padre Rick Steiner, y por supuesto puede ser el Batista de esta generación.
La clave de su personaje es controlar la rabia, fuente de la fuerza para cualquier powerhouse. La provocación, su talón de Aquiles contra un veterano y su mejor aliado ante rivales parejos. La historia lleva contándose desde su debut, y su camino tortuoso vuelo por los cielos le está siendo favorable, de momento. Su caída al lado oscuro parece inminente, solo falta conocer quién será el que le dé el empujón. Porque Bron Breakker necesita dar un salto de fe y abrazar su mitad pasional, como le susurraba Joe Gacy antes del soltarlo al vacío. Descender a los infiernos tentado tras varias punzadas, emular la segunda trilogía de la saga Star Wars –otro personaje impulsivo como él–, para remontar el vuelo como un experimentado auriga como el gran héroe que está destinado a ser.
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