Deconstrucción del personaje de Aoife Valkyrie, comparándolo con ‘Cisne Negro’ de Darren Aronofsky y la introspectiva en el reflejo como camino hacia la grandeza
Britania, año 368 d.C. Los escotos se enfilan en armas junto a pictos, atacotes, sajones y francos contra el Imperio Romano. Soldados de grandes armaduras y ordenados con gran estrategia frente a una marabunta de celtas queriendo preservar sus culturas. Una batalla difícil de ganar, pero que los sacrificios de la noche anterior harán que los dioses estén de su lado y, en caso de caer, poder gozar del Otro Mundo o la reencarnación. No obstante, Cillian no lo tiene claro: los ánimos no están prestos para la victoria. Muchos adolecen de las heridas de las contiendas previas o el cansancio de choques pasados. Ante la llegada de las tropas romanas a la estepa, vislumbra un signo de fortuna en árbol cercano. Su cara cambia por completo:
—Mirad en aquel roble. ¡Es ella! ¡Es Morrígan! Nos ha honrado con su presencia. Nos espera la gloria después de esta noche, hermanos. Los romanos saldrán despavoridos cuando entremos en el calor de la batalla –El resto del pelotón dirigió su mirada hacia su frondosa copa y encontraron la confianza que buscaban, alzando su voz ansiosos por comenzar a guerrear–.
El cuervo no se asustó con los sonidos de cientos de hombres y mujeres corriendo unos contra otros ni con el choque de las espadas, hachas, escudos y lanzas. Cuando el alboroto se detuvo revoloteó entre los cadáveres, buscando el más adecuado. En cuanto tomó la decisión, se posó sobre el cuerpo y fue desmenuzando en piezas pequeñas que alcanzaba a tragar. Aquel día muchos vivieron para continuar la expulsión, solo para regresar a una tierra que no puede olvidar el paso y la influencia de quienes estuvieron casi 400 años gobernando en ella.
La luchadora irlandesa Aoife Valkyrie, aunque su nombre lleve a la confusión, no representa a una valquiria –a pesar de que el concepto en el que se basa sea similar–, sino más bien personifica a la diosa Morrígan o Las Tres Morrígna, figuras del folklore de la antigua Hibernia que en forma de cuervos alentaban a la valentía a los guerreros y les guiaban en batalla hacia la victoria. Asociadas con la guerra y el destino, y en consecuencia a la muerte, se traduce en Las Tres Reinas Fantasma o La Reina Fantasma. En definitiva, las valquirias y las morrígna son una aproximación equivalente a lo inexplicable, pero con matices que hacen de cada deidad un ente independiente.
Su vestimenta es una prueba clara. En su entrada porta plumas negras en sus hombros y en diferentes vídeos se la ha asociado al cuervo o ha tomado una posición similar a la de un ave, ha hecho referencia a su camino hacia su destino como campeona de NXT UK y su crecimiento con un nuevo plumaje tras cada victoria sobre el cuadrilátero.
No obstante, en 2021 ha virado en su pensamiento y se muestra más insegura. Su imbatibilidad le da el coraje suficiente para enfrentarse a la campeona Kay Lee Ray, pero en su cabeza ronda el error. Cuanto más te alzas, más dolorosa es la caída. En todos los vídeos desde el nuevo año le acompaña un espejo y su reflejo, su pasado, su antiguo yo. El espejo muestra su desconfianza en sí misma y la obliga a plantearse si las peleas que ha librado han sido suficientes para que las nuevas plumas que porta sean lo suficientemente duras para la meta final.
La película ‘Cisne Negro’ se centra en este tema, y además toma como recurso el espejo para mostrar la continua búsqueda de la perfección para conseguir la grandeza. Nina, el personaje de Natalie Portman, está obsesionada con tomar el papel de Reina Cisne en la obra del Cisne Negro y de ser capaz de bordar el cometido ante los adinerados asistentes, en especial su madre.
Si bien logra el papel pronto, las exigencias del director serán más altas, pues deberá cubrirse con el plumaje oscuro para interpretar al Cisne Negro, que exige todo lo opuesto de lo que Nina es: debe dejar a un lado su paciencia, fragilidad e inocencia para danzar sobre movimientos caóticos, libres y sensuales. En una disciplina de baile tan exigente el espejo lo es todo, pues muestra los defectos y resalta las virtudes para perfeccionar la técnica de cara al público. Pero como todo, el exceso lleva a la obsesión y la adicción.
Lejos de entrar en la locura del filme de Darren Aronofsky, del que el personaje de las indies británicas Cara Noir bebe mucho, algunas escenas cuentan esa obsesión de Nina por el espejo y la perfección. Al inicio se muestra la seguridad de su madre, exbailarina de ballet retirada por tener a su princesa, estando de perfil hacia el elemento y su hija de frente, necesitando la constante aprobación de que está haciendo lo correcto para ser superior. Más adelante, cuando Beth se marcha, la anterior estrella de la compañía, Nina se encandila con la idea de tener ese camerino para ella sola, estar en ese cenit de éxito, quedándose para sí algunos objetos del personaje portado por Winona Ryder. Otro es cuando Nina sale de la ducha y observa la herida de su espalda aumentando y aumentando su preocupación más y más, fruto de su nerviosismo y su contención ante el cambio que debe dar. Es la única en todo el metraje que se posiciona de frente hacia el espejo, el resto ignorando su presencia o dándole la espalda.
Aoife Valkyrie mira también de frente al espejo en busca de la perfección y plantea sus dudas. Lucha contra sí misma en cada combate, en la que su gesto más evidente de esto es en su entrada. Con las manos dibuja un rectángulo, como si todo lo que sucediese en el ring fuese una prueba de ella frente a sí misma, contra su fantasma.
La joven murrígan ha conseguido lo fácil, se ha mantenido concentrada en su meta y ha escalado posiciones hasta establecerse en lo alto, solo a la espera de la oportunidad idónea para lanzar el reto a Kay Lee Ray. Controla el medio y como Nina está segura de que es la forma de ser perfecta, cuando en realidad se trata de aprender en el proceso. No obstante, en su mejor momento se ha encontrado a su mayor némesis, ella misma, que ahora la inunda de incógnitas y la intenta arrastrar lejos de su destino, desdibujando el sentido de la derrota. Para poder hacer frente a su pasado deberá alzar el vuelo, arriesgar lo conseguido y comprobar si la fortuna está de su lado. Pero… ¿qué pasará si no sale campeona de NXT UK tras el sonido de la campana?
En el momento en que supere su desdicha conoceremos si caerá al abismo de la locura al no aceptar la derrota o somos testigos de su ascensión y establecimiento en la cima de la marca británica. El engaño es convencerse en encarnar la perfección en vez de perseguir la perfección. De buscar la confrontación con el espejo cuando hay que saber mirarse y estar en paz con uno mismo para trabajar en aquello que no agrada. Aoife Valkyrie solo resolverá su problema cuando vuelva a encauzar su mente, acepte su reflejo y camine hacia el combate decisivo con la determinación de aprender de ello con independencia del resultado. Porque la perfección del vuelo de las aves también vino precedida del salto de fe desde el nido y perdura en cada despegue de una rama.
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